10 de julio de 2011, 6 de la tarde, Estadio Azteca, México contra Uruguay en la Final del Mundial Sub-17. Día lluvioso y el inmueble lleno para ver a la selección de cadetes buscar la gloria. Con goles de Antonio “Pollo” Briseño y Giovani Casillas, la escuadra azteca se coronó por segunda ocasión en una Copa del Mundo Sub-17.
98 mil 943 espectadores festejaron, el Azteca era una fiesta tricolor, la emoción se respiraba en el aire. Los jóvenes integraban una generación Sub-17 que prometía grandes cosas, pero que a 12 años de distancia están desaparecidos y solamente algunos siguen activos.
Te puede interesar: Serie A: Presidente del Napoli lanza “mensajito” a Hirving ‘Chucky’ Lozano
Al minuto 30, Carlos Fierro recentró el esférico y Antonio “Pollo” Briseño remató muy “machucado”, pero abrió el marcador. México 1-0 al frente en casa ante los charrúas.
El partido fue muy disputado en mediocampo y México selló el triunfo al minuto 91 de acción, en un contragolpe letal, Giovani Casillas anotó con un disparo de pierna izquierda el 2-0 definitivo y el estadio se volvió una fiesta total.
La del 2011: Una generación olvidada
De aquella generación del 2011, solamente tres futbolistas siguen en la máxima categoría del futbol mexicano. A pesar de que todos tienen menos de 30 años de edad. Los pupilos de Raúl “Potro” Gutiérrez están en el olvido.
Los porteros Richard Sánchez, Dilan Nicoletti y José González ninguno juega en la máxima categoría. En la zona defensiva, solamente el “Pollo” Briseño sigue vigente con las Chivas. Fabián Guzmán, Daniel Hernández, Jorge Caballero y Francisco Flores están casi jubilados; Carlos Guzmán juega en el San Diego Loyal, en Estados Unidos.
De los mediocampistas, solamente Kevin Escamilla juega con los Gallos Blancos de Querétaro. Luis Solorio, Felipe Sifuentes, Jorge Espericueta, José Tostado, Enrique Flores, Marcelo Gracia y Julio Gómez, no tienen equipo o juegan en ligas semi profesionales.
Los atacantes: Giovani Casillas juega con el Real Zamora, en la Segunda División; Arturo “Ponchito” González, es futbolista de los Rayados de Monterrey. Mientras que Carlos Fierro y Marco Bueno actualmente están sin club.
Ellos fueron los protagonistas de una de las grandes historias del futbol mexicano, pero poco a poco sus nombres se comienzan a olvidar entre las páginas de los libros de historia.
