Cientos de bomberos portugueses, ayudados por los habitantes de la zona, se afanaron el martes por apagar las llamas del incendio que arrasa un parque natural cercano a Cascais, un popular destino turístico de Portugal, mientras los fuertes vientos complicaban las labores de extinción.
El incendio se declaró a las 16:00 GMT en una zona montañosa del parque natural de Sintra-Cascais, que abarca unos 145 kilómetros cuadrados y está situado al oeste de la capital, Lisboa.
Apoyados por 189 vehículos, más de 600 bomberos acudieron al lugar tras declararse el incendio. Los aviones cisterna también lucharon contra las llamas, pero tuvieron que interrumpir sus operaciones al caer la noche.
El alcalde de Cascais, Carlos Carreiras, dijo que las rachas de viento de hasta 60 kilómetros por hora eran el mayor desafío que tenían por delante, y que varias personas habían sido evacuadas por precaución.
Europa se ha visto azotada por incendios devastadores este verano. Grecia e Italia aún trabajan para sofocar todos los incendios que hay en sus territorios.
Alcabideche, Cascais, Portugal pic.twitter.com/ge99pHJW1O
— Aurora Diogo 🇵🇹🇺🇦🇬🇪 (@aurora_diogo) July 25, 2023
Portugueses intentan proteger sus pertenecias del incendio
En uno de los pueblos afectados por el incendio de Cascais, los habitantes, desesperados, intentaron proteger sus casas con cubos de agua y mangueras, mientras el fuerte viento avivaba las llamas. “El miedo ahora es que llegue a las casas”, dijo Ines Figueiredo, de 34 años, mientras el humo llenaba el aire. “Intentamos ayudar todo lo que podemos con cubos (de agua)... pero no vale de mucho”.
Los residentes utilizaron sillas de ruedas para ayudar a evacuar a las personas con problemas de movilidad. “Ellos (los bomberos) hacen lo que pueden”, dijo Miguel Medeiros, un residente local que ha ayudado a combatir las llamas. “Es difícil para todos”.
Según las autoridades, ninguna casa ha resultado dañada por el incendio y no se han registrado heridos de consideración.