La triste realidad de Annie: una elefanta olvidada en un corral improvisado

Annie, una elefanta africana que otrora fue la estrella de un circo, vive recluida desde hace 8 años en un corral improvisado tras la ley de prohibición.

Por: Ollinka Méndez

Annie, una elefanta africana que alguna vez fue la estrella de un circo, vive recluida desde hace 8 años en un corral improvisado en un terreno baldío en Lagos de Moreno, Jalisco. Rodeada de chatarra y remolques, Annie soporta el ruido constante de los tráileres que pasan por la cercana carretera, sin poder escapar de su confinamiento. De esto se habló en Hechos AM.

Desde que se aprobó la ley que prohíbe el uso de animales salvajes en espectáculos circenses en México en 2015, Annie no ha vuelto a trabajar. Sin embargo, su situación no ha mejorado. Arturo Islas, activista que ha seguido el caso de Annie desde 2018, describe el lugar donde vive como “un terreno en la mitad de la nada”, y denuncia la falta de acción por parte de las autoridades para reubicarla en un santuario adecuado.

Estado de salud de Annie, la elefanta africana

Las imágenes de Annie son desgarradoras. Visiblemente delgada y con una mirada apagada, la elefanta de 28 años presenta signos evidentes de desnutrición y deshidratación. A pesar de las denuncias de los activistas, los dueños del circo insisten en que Annie está bien cuidada y que la mantienen en un corral para evitar que se escape.


Tras la intervención de la Profepa y la Guardia Nacional, se dictaminó que Annie debe ser trasladada a un zoológico en Guanajuato mientras se gestiona su traslado a un centro de conservación en Florida. Sin embargo, el futuro de Annie aún es incierto.

Las consecuencias de una ley incompleta

La historia de Annie pone de relieve las deficiencias en la ley que prohíbe el uso de animales en circos. Si bien la ley prohíbe su uso en espectáculos, no contempla soluciones para el futuro de estos animales.


El caso de Annie es un llamado a la acción. Es necesario que las autoridades implementen medidas para garantizar el bienestar de los animales que fueron explotados en circos, brindándoles un lugar adecuado donde puedan vivir dignamente.

La situación de Annie no es única. Benito, una jirafa que también fue rescatada de un circo, ahora enfrenta un futuro incierto en un zoológico. Es urgente que se revisen las leyes de protección animal y se establezcan planes concretos para el cuidado de los animales que ya no pueden ser utilizados en espectáculos.

No podemos permitir que Annie y otros animales como ella sean víctimas del olvido y la negligencia. Es hora de actuar para garantizar su bienestar y proteger sus derechos.

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