A un año exacto de la captura y extradición de Ismael “El Mayo” Zambada a Estados Unidos, la situación de seguridad en Sinaloa sigue siendo alarmante. La senadora del PRI, Carolina Viggiano, ha levantado la voz para criticar la falta de resultados tangibles en la región, donde la violencia entre facciones del crimen organizado mantiene a la población en un estado de constante zozobra.
Durante una entrevista, Viggiano lamentó que, a pesar de la detención de uno de los líderes más históricos y poderosos del Cártel de Sinaloa, la ola de violencia no solo no se ha contenido, sino que persiste con una intensidad devastadora. “Ya no es vida la que tienen. No pueden salir en la tarde, hay muchos riesgos y los negocios están cayendo. Se han perdido miles de empleos. Los jóvenes no pueden divertirse y los niños no pueden salir a jugar. A mí me parece que eso es criminal absolutamente”, expresó la legisladora.
La senadora Viggiano no dudó en señalar directamente la causa de esta ineficacia: “No está funcionando, simple y sencillamente, porque hay un pacto de impunidad. Es un pacto de impunidad, claro”. Sus palabras apuntan a una posible complicidad o inacción que permite la continuidad de la violencia.
Además, Viggiano cuestionó enérgicamente la narrativa oficial que se difunde en los medios de comunicación, afirmando que esta representa apenas “un leve esbozo” de la verdadera magnitud de la violencia en Sinaloa. Atribuyó esta limitación al temor de los periodistas, quienes, según su testimonio, enfrentan constantes presiones y amenazas del crimen organizado.
“Hasta la semana pasada yo había contabilizado casi 7 mil muertes, casi 7 mil desaparecidos, más de 6 mil vehículos destruidos o robados. Realmente dicen los de Morena que es la narrativa de la oposición. No. Los hechos no son narrativa”, recalcó, desmintiendo cualquier intento de minimizar la gravedad de la situación.
Tensiones diplomáticas con Estados Unidos y la “herencia maldita” del AIFA
La conversación con la senadora también abordó las crecientes tensiones diplomáticas entre México y Estados Unidos en materia de seguridad. A pesar de los esfuerzos mexicanos por cooperar, como el desmantelamiento de laboratorios de fentanilo —una acción que antes se negaba—, el gobierno estadounidense sigue mostrando escepticismo sobre el compromiso de México en el combate al narcotráfico. “Después de que hemos hecho todo lo que nos ha pedido Trump y él no está satisfecho, él ocupa pretextos”, comentó Viggiano, sugiriendo una retórica política detrás de las demandas de EU.
En este complejo panorama, Carolina Viggiano no perdió la oportunidad de advertir a la administración de Claudia Sheinbaum sobre la “herencia maldita” dejada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador. Hizo especial énfasis en la controvertida decisión de trasladar las operaciones de carga aérea del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), una medida que ha derivado en sanciones directas por parte del Departamento de Transporte de Estados Unidos.
“Le dio un legado, una herencia maldita, a la presidenta de la república. Y todos sabemos que el AIFA, con tal de que sobreviviera, pues le trató de dar vida artificial. Hoy es un elefante blanco que estamos pagando todos los mexicanos, que cada día nos cuesta miles de millones de pesos y no funciona”, denunció la senadora. Consideró la reubicación de los vuelos de carga como un “error estratégico” que ha incrementado los costos para las empresas y que justifica la reacción estadounidense.
“Es un tema muy delicado, porque hay reglas muy claras. No es solo presión o política, es un tema real que cuesta. Hay regulaciones internacionales e incluso nacionales que seguramente se van a revisar. Es un tema que no va a parar”, concluyó, anticipando que este conflicto con Estados Unidos será un desafío persistente para el nuevo gobierno.