FUERZA INFORMATIVA AZTECA

Con la energía de 30 mil bombas atómicas, el terremoto para el que CDMX debería estar preparada

Todos los días se registran varios temblores en México, pero los habitantes deben prepararse para un gran sismo con la energía de miles de bombas atómicas, como el terremoto del 85

Gran sismo en la Ciudad de México
La Ciudad de México debe prepararse para los sismos que pueden registrarse no sólo el 19 de septiembre, sino en cualquier momento.|Foto: IA Gemini
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El suelo de México acumula energía a cientos de kilómetros de profundidad en las placas tectónicas a cada segundo e inevitablemente se liberará. Podría ser un sismo con la energía equivalente a 30 mil bombas atómicas, como ocurrió durante el temblor del 19 septiembre de 1985, puede ser mayor o puede ser menor. Las grandes incógnitas son: ¿cuándo ocurrirá y estaremos preparados?

“¿Volverá a temblar? La respuesta es sí. Es normal que tiemble, lo que no debe ser normal es que estos sismos provoquen daños, colapsos y víctimas, porque ahí sí puede intervenir el ser humano con estructuras bien diseñadas”, explica el doctor Carlos Valdés, investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM, a Fuerza Informativa Azteca.

En promedio, cada año ocurre un sismo de magnitud 6.5 o mayor en México y uno de magnitud mayor a 7.5 cada 10 años, según el Instituto de Ingeniería de la UNAM.

Por la ubicación de las placas tectónicas, los temblores de grandes magnitudes en México tienen como epicentro la costa del Pacífico, como ocurrió en el terremoto del 85. En esta zona las cifras superan el 7.5 de magnitud debido a la interacción de las placas de Cocos y la Norteamericana, que se empujan entre ellas.

Otra región altamente sísmica es el Eje Volcánico, en donde se localizan el Popocatépetl y el Nevado de Toluca. En esta zona, la energía se acumula dentro de la placa y ella misma se rompe. Esta zona tiene sismos con magnitudes de hasta 7, pero pueden impactar con fuerza en la capital debido a que está más cerca, como ocurrió el 19 de septiembre de 2017.

Mapa de placas tectónicas y sismos en México
Los sismos de mayor magnitud en México se registran en la costa del Pacífico.|Imagen: Instituto de Geofísica de la UNAM

Un sismo igual o mayor que el de 1985 es inevitable

Los temblores son el pan de cada día para los habitantes de la costa del Pacífico mexicano, la región central y la Península de Baja California. Sin embargo, la mayoría ocurren sin que sean perceptibles y no deben causar alarma.

“Si vemos un poco las estadísticas, nos damos cuenta que sismos mayores de magnitud 7 tenemos en el país aproximadamente 80 desde el año de 1900. En promedio, tenemos cinco sismos cada cinco años, con estas características. Si vemos sismos mayores a 8, lo que nos damos cuenta es que han ocurrido cuatro en lo que van en estos 125 años”, precisa Raymundo Plata, investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM.

Aunque se pueden sacar promedios y realizar pronósticos, los sismólogos no pueden precisar la fecha en que ocurren los temblores, especialmente con los últimos hallazgos que han tenido. Un terremoto podría ocurrir en México dentro de uno, 10 o 100 años.

“Podemos hacer un pronóstico similar al del clima. Estimamos sismos grandes en la costa del Pacífico, más o menos desde Michoacán hasta Chiapas, de ahí pueden venir temblores grandes, que pueden ser de magnitud 8”, comenta el especialista.

¿El epicentro del terremoto del 85 podría volver a originar un gran sismo?

En el pasado, los sismólogos creían que debían pasar más de 400 años para que el epicentro de un terremoto acumulara la energía suficiente para desatar otro sismo de gran magnitud. Sin embargo, el terremoto del 31 de julio en Kamchatka, Rusia, cambió estas hipótesis.

En Kamchatka, localizada en la placa del Pacífico, se originó un terremoto de magnitud 9, en 1952. Más de 70 años después, la misma zona de subducción, registró un gran sismo de magnitud 8.8.

“Ese lugar es capaz todavía de acumular una energía mucho más grande, donde uno pensaría que deberían de pasar unos 400 o 500 años, pero en 73 años genera un sismo con características muy grandes”, precisa Carlos Valdés.

Carlos Valdés, investigador de la UNAM especializado en sismos
El doctor Carlos Valdés, investigador de la UNAM, asegura que para evitar desastres naturales es vital la prevención. |Foto: FIA

Tras la evidencia que dejó Kamchatka, ahora los especialistas no pueden descartar que las costas de Michoacán sean epicentro de un sismo como el de 1985.

Lázaro Cárdenas fue el epicentro del gran terremoto en México, a 15 kilómetros de profundidad en las placas de Cocos y Norteamérica. Las ondas sísmicas del temblor magnitud 8.1 viajaron a más de 400 kilómetros y provocaron el colapso de edificios de más de 10 pisos.

Aunque Michoacán tiene regiones de sismicidad baja, la costa sí tiene gran actividad. De acuerdo con el Atlas de Riesgos de Michoacán, Lázaro Cárdenas es una de las ciudades con mayor riesgo sísmico por estar cerca de la placa más activa del territorio mexicano. Por ello, es una región con alta probabilidad de tsunamis, como el que se registró por el temblor del 19 de septiembre de 1985.

¿México está preparado para otro gran temblor?

Tras la tragedia de 1985 la Ciudad de México transformó su cultura de protección civil. El gran temblor que dejó más de 10 mil muertos causó que México endureciera sus normas de construcción.

No obstante, Valdés remarca la importancia de revisar y darle mantenimiento a las casas, de la misma forma que se haría con los automóviles. Es importante cuidar que las paredes no tengan grietas peligrosas, que las paredes estén pintadas para evitar la entrada de humedad y colocar refuerzos en muros que lo requieran. El investigador de la UNAM precisa que es esencial respetar las estructuras originales de los inmuebles. Romper paredes o demolerlas por completo puede volver vulnerables a las construcciones en caso de temblores de gran magnitud.

Se deben revisar tanto inmuebles de muchos pisos como pequeños, pues todo tipo de edificaciones pueden tener daños en un terremoto con vibraciones rápidas y fuertes, como ocurrió el 19 de septiembre de 2017.

Uno de los elementos esenciales para estar preparados en caso de sismos u otros desastres es la mochila de emergencia, comenta el investigador de la UNAM. La cual debe contener los siguientes elementos para atender necesidades básicas durante 72 horas:

  • Alimentos no perecederos (atún en lata, galletas y chocolates)
  • Agua embotellada
  • Radio y lámpara de emergencia
  • Artículos de higiene personal
  • Botiquín médico con vendas, gel desinfectante y medicamentos
  • Manta térmica
  • Documentos importantes
  • Dinero en efectivo

Valdés agrega que fuera de la mochila es útil cargar una pequeña lámpara LED y un silbato en el llavero, para así tener estos elementos a la mano en caso de una emergencia.

El Sistema de Alerta Sísmica de la Ciudad de México (SASMEX), que oficialmente comenzó a operar en 1991 con 12 estaciones en la costa de Acapulco, da algunos segundos vitales para poder prepararse para la llegada de un inminente temblor.

Aunque los avances tecnológicos son vitales para el avance de la protección civil, Carlos Valdés, también exdirector del Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) considera que México está en condiciones de enfrentar un terremoto como el de 1985 gracias a la solidaridad que hay en la población.