La extorsión se ha consolidado como uno de los delitos de mayor impacto económico en México. Más allá de Veracruz, donde se han documentado altos niveles de incidencia, este crimen se ha extendido por todo el país sin que haya cifras oficiales que logren matizar la cruda realidad nacional.
De acuerdo con estimaciones recientes de COPARMEX, el costo económico de este delito supera los 26 mil millones de pesos al año, lo que representa cerca de 71 millones de pesos diarios que terminan en manos del crimen organizado o redes delictivas que operan desde distintos frentes.
“Lo podemos vivir todos. Aquí no hay de qué a mí no me va a pasar, o sea, definitivamente eso ya no existe. Todos vivimos con esa incertidumbre...”, advierte Luciano, comerciante afectado por este delito.
¿Dónde hay más extorsiones en México?
El Gabinete de Seguridad del Gobierno de México ha reconocido que más del 66 % de las carpetas de investigación por extorsión se concentran en siete estados: Estado de México, Guanajuato, Nuevo León, Ciudad de México, Veracruz, Jalisco y Guerrero.
Pese a que las cifras oficiales reportan un incremento del 6 % en extorsiones registradas durante el último semestre, autoridades como Salvador Guerrero Chiprés, coordinador del C5 en la capital, aseguran que el problema va mucho más allá de lo que se denuncia:
“A nivel nacional estaríamos hablando de un aumento del 6 por ciento aproximado de la extorsión registrada comparando semestre contra semestre...”
Y es que se estima que hasta el 90 % de los casos no se denuncian, debido al miedo, la desconfianza y la percepción de impunidad. Esto significa que la mayoría de los extorsionadores operan con libertad y sin consecuencias judiciales.
¿Cuál es la modalidad de extorisión más común en México?
Uno de los métodos más utilizados es la extorsión telefónica, que adopta múltiples formas: desde amenazas, supuestos secuestros virtuales, préstamos forzados o cobros ilegales disfrazados de deudas.
“Pueden ser montalikes, manejo de préstamos que se imponen relativamente con la anuencia también relativa de la persona, gente que necesita el dinero. Hay más de 30 variedades de extorsión solamente telefónica.”, detalló Salvador Guerrero Chiprés.
Esta modalidad no requiere infraestructura criminal compleja, por lo que cualquier persona con un teléfono puede ser vulnerable, sin importar su ubicación o situación económica.
El costo social y económico de la extorsión en México
Entonces, ¿cuánto nos cuesta la extorsión? No solo hablamos de dinero. La extorsión erosiona la economía local, frena el crecimiento empresarial, y altera la vida cotidiana de millones de personas.
COPARMEX advierte que la mitad del sector empresarial considera la extorsión como el principal obstáculo para crecer, lo que impacta directamente la inversión, el empleo y la estabilidad de comunidades completas.
Incluso el gobierno federal ha reconocido públicamente que se trata de un “cáncer que va al alza”, que “va matando poco a poco el bolsillo y hasta la vida de muchos mexicanos”.