Ciudad del Vaticano.- Sean O’Malley, cardenal católico y asesor clave del Papa Francisco pidió el martes al Vaticano que adopte “rápida y decisivamente” políticas estrictas para los casos de abuso sexual que involucran a obispos y altos miembros del clero.
El cardenal O’Malley emitió la apelación, en momentos en que la Iglesia de Estados Unidos aún está sacudida por acusaciones de que otro cardenal estuvo involucrado en casos de abuso de menores y actos sexuales indebidos con seminaristas adultos hace años.
O’Malley dijo que estaba “profundamente preocupado” por el caso del cardenal Theodore McCarrick y que éste y otros “muestran que cuando se presentan cargos sobre un obispo o un cardenal, aún existe una brecha amplia en las políticas de la Iglesia sobre conducta sexual y abuso sexual”.
El mes pasado, el Vaticano ordenó a McCarrick, el arzobispo retirado de Washington, D.C., de 88 años, que deje el ministerio público después de encontrar que las acusaciones de abuso a un adolescente hace casi 50 años eran creíbles.
La revelación sacudió a los católicos estadounidenses porque McCarrick era uno de los líderes más respetados de la Iglesia en ese país, particularmente cuando fue arzobispo de la capital de Estados Unidos de 2000 a 2006 y era un confidente de Papas y presidentes.

Desde entonces, varios hombres se han animado a denunciar que McCarrick los había forzado a dormir con él en una casa de playa en Nueva Jersey cuando eran seminaristas adultos que estudiaban para el sacerdocio.
McCarrick ha dicho que “no tiene absolutamente ningún recuerdo” del abuso del menor denunciado, pero no ha comentado sobre las acusaciones de abusos de hombres adultos. El New York Times reportó la semana pasada que dos diócesis en Nueva Jersey habían alcanzado acuerdos financieros en 2005 y 2007 con hombres que dijeron que fueron abusados por McCarrick siendo adultos hace décadas.
“La Iglesia necesita una política fuerte y abarcadora para abordar las violaciones de los obispos de los votos de celibato en los casos de abuso criminal de menores y en los casos que involucran a adultos”, dijo O’Malley. “La Iglesia necesita tomar acción rápida y decisivamente sobre estos asuntos de importancia crítica”, agregó.
En 2015, el Vaticano anunció planes para crear un tribunal especial para juzgar a los obispos en casos de abuso sexual, pero la iniciativa no avanzó debido a problemas legales y burocráticos.
La enérgica declaración de O’Malley tuvo lugar en momentos en que el Vaticano ha sido impactado por un gran escándalo que involucró a la Iglesia en Chile. En mayo, los 34 obispos de Chile ofrecieron su renuncia después de reunirse con el Papa por acusaciones de encubrimiento de abuso sexual. Hasta el momento Francisco ha aceptado cinco dimisiones y se espera que acoja más.
En un importante desarrollo de ese escándalo, la Iglesia en Santiago dijo el martes que la fiscalía chilena había citado al arzobispo de la capital a declarar en una investigación sobre el supuesto encubrimiento.