París- Irán dejará de cooperar totalmente con los inspectores de sitios nucleares hasta que se resuelva el estado de su acuerdo, dijo su delegado ante una agencia de la ONU, luego de que Francia advirtiera a Teherán que no siga adelante con los preparativos para elevar su capacidad de enriquecimiento de uranio.
Las potencias europeas intentan salvar el acuerdo nuclear que firmaron con Irán en 2015 desde que el presidente Donald Trump retiró a Estados Unidos del pacto el mes pasado y dijo que reimpondría sanciones a la república islámica.
Los ministros de Relaciones Exteriores y de Finanzas de Francia, Gran Bretaña y Alemania han escrito a funcionarios estadounidenses para destacar su compromiso con el pacto y exhortar a Washington a excluir a las firmas de la UE activas en Irán de las sanciones adicionales.
Un eventual retiro iraní del acuerdo, que levantó las sanciones contra Teherán a cambio de que reduzca su programa nuclear, “agitaría aún más a una región donde conflictos adicionales serían desastrosos”, dijeron los ministros en una carta con fecha del 4 de junio a la que Reuters tuvo acceso el miércoles.
Desde que la retirada de Estados Unidos fue anunciada, las autoridades en Teherán han enviado señales dispares sobre si creen que el resto de los signatarios del acuerdo, que también incluye a China y a Rusia, pueden salvarlo.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, dijo el lunes que ordenó los preparativos para incrementar la capacidad del país para enriquecer uranio si el pacto se desbarata.
Teherán también informó al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), la entidad de supervisión de la ONU que vigila las restricciones establecidas en el acuerdo, de sus planes “tentativos” de producir el combustible para sus centrífugas, las máquinas que enriquecen el uranio.
El ministro de Relaciones Exteriores francés, Yves Le Drian, dijo el miércoles en París a la radio Europe 1 que aunque la iniciativa caía dentro del marco del acuerdo nuclear, no era bienvenida y podía acercar al país a una “línea roja”.
En un intento por enfatizar que la paciencia de Teherán con los esfuerzos europeos por salvar el acuerdo es limitada, el enviado iraní ante la OIEA dijo que había concedido a las potencias unas semanas para responder.
“Unas semanas significa unas semanas, no unos meses”, dijo Reza Najafi tras una reunión de la junta de gobernadores de la agencia en Viena.
Además, el enviado desestimó los llamados de la OIEA para que Teherán aumente su cooperación con los inspectores del organismo y dijo a periodistas que, mientras las dificultades con el acuerdo continúen “nadie debería esperar que Irán implemente más medidas voluntarias”.