Álamo Temapache, en el norte de Veracruz, enfrenta una crisis sin precedentes: decenas de colonias quedaron sepultadas bajo el lodo luego del desbordamiento del río Cazones, que además provocó severas inundaciones; estas son las tres historias que reflejan lo que aún se vive en el estado.
¿Qué provocó el desastre en Álamo?
Las fuertes lluvias registradas en la región y el desbordamiento del río Pantepec desencadenaron inundaciones que afectaron al menos 48 colonias del municipio. Conforme a reportes, el agua alcanzó niveles superiores a seis metros en algunas zonas, lo que dejó a muchas viviendas totalmente anegadas. Algunos de los damnificados relataban que tuvieron que romper los techos para alcanzarlos.
No es solo la pérdida de viviendas, aún se reportan aproximadamente 120 comunidades afectadas en todo el municipio. Brigadas locales, voluntarios, además de residentes, trabajan arduamente entre escombros, lodo y objetos inservibles para limpiar y recuperar lo poco que quedó.
Inundaciones en Veracruz: ¿cómo afectó el río Vizaco a las comunidades?
En Ojital Guadalupe, el río partió el pueblo en dos, destruyendo seis viviendas y dejando a las familias improvisando refugios con los restos que el agua no se llevó. El puente que conectaba la comunidad con el resto del municipio desapareció, dejando solo los restos metálicos y la certeza de que los caminos pueden desaparecer en segundos.
La colonia Aviación también sufrió la fuerza de la corriente, tocando la puerta de los habitantes don Mario y doña Elia. Ellos, que conocen bien el lenguaje del río, aseguran que esta crecida fue la más fuerte desde 1955. Su hija, Jaqueline Téllez, regresó para ayudar pintando lo poco que quedó en pie, un acto simbólico hacia la reconstrucción de vidas y hogares.
¿Y las autoridades? Inundaciones siguen afectando en Veracruz
A pesar del desastre, varios damnificados denuncian falta de apoyo urgente. El corte de electricidad, la ausencia de agua potable, además de una señal telefónica con fallas, han complicado aún más la crisis. Las autoridades ya decretaron la emergencia en la zona para coordinar la ayuda humanitaria.
La economía local también sufre, en Álamo Temapache se estima que hasta ocho de cada diez hectáreas de naranja, uno de sus principales cultivos, resultaron dañadas. La pérdida del suelo fértil, además de la infraestructura agrícola complica el panorama de recuperación. Adicionalmente, medios denuncian un derrame de hidrocarburo que exacerba la emergencia: comunidades reportan contaminación en ríos, lo que convierte la inundación en un desastre ecológico también.
Después de la devastadora inundación, los habitantes de Álamo Temapache no solo enfrentan el reto de reconstruir sus casas, sino también el de reconstruir sus vidas y su memoria; ¿cómo asegurar que la ayuda sea efectiva y rápida para quienes lo perdieron todo?












