Tras una semana de tregua entre Israel y Hamás vuelven los ataques

En un lapso de tan solo siete días, Israel ha logrado repatriar a su país a 110 mujeres y niños que se encontraban en Gaza. Sin embargo, aún quedan alrededor de 137 personas como rehenes en esta zona conflictiva entre Israel y Hamás.

Entre los rehenes se estima que hay al menos 20 mujeres, dos menores de edad y diez adultos mayores de 75 años. Estas personas, junto con miles de palestinos que aún se encuentran atrapados en la zona del conflicto, son las víctimas directas de la reanudación de las hostilidades.

El alto el fuego que había sido acordado previamente ha llegado a su fin, lo que ha dado lugar a la reanudación de los bombardeos. El impacto de los misiles se ha sentido en diversos lugares, incluyendo un hospital en Gaza.

James Elder, vocero de la Unicef, ha informado que este hospital, el más grande y aun en funcionamiento en Gaza, se encuentra al 200% de su capacidad. La situación es desesperante, ya que no pueden recibir a más niños heridos de guerra. La escena es caótica, con niños heridos por todas partes.

En las primeras horas de la reanudación de las hostilidades, según cifras del Ministerio de Salud Gazatí, más de 180 personas han perdido la vida y otras 600 han resultado heridas.

Los misiles han vuelto a caer en áreas cercanas a centros de refugiados y hospitales, los mismos lugares que el ejército israelí asegura que son utilizados como fachada para túneles y pasadizos secretos construidos por Hamás.

La incertidumbre y el miedo han vuelto a apoderarse de la población. Un hombre desplazado por la guerra relata que durante los días de tregua pudieron descansar y vivir en relativa calma, pero con la reanudación de las hostilidades, el miedo y la ansiedad han vuelto. Cada explosión genera terror y tristeza, y viven aterrorizados, pidiendo desesperadamente ayuda para sobrevivir.

En medio de este caos, la posibilidad de una nueva tregua ha vuelto a surgir en las últimas horas. Sin embargo, hasta que eso suceda, imágenes como las que se han vuelto comunes seguirán siendo parte de la realidad en Gaza. Una niña desplazada por la guerra cuenta que estaba con su madre y su hermano menor, pero no sabe dónde está su hermano mayor.

La situación en Gaza es desesperante. Las personas se encuentran atrapadas entre la lluvia de misiles y la imposibilidad de escapar. Las cifras de muertos y heridos siguen aumentando, y la falta de alimentos y recursos básicos se hace cada vez más evidente. Es necesario que la comunidad internacional actúe de manera urgente para poner fin a este conflicto y proteger a la población civil que está sufriendo las consecuencias más devastadoras de la reanudación de las hostilidades.