La historia de la canción de “La Guadalupana” se remonta al trabajo del sacerdote jesuita Saturnino Junquera, un misionero nacido en Valencia que llegó a México en los años 40. Así lo recuerda Benjamín Paredes, director de la Capilla de Música de la Basílica de Guadalupe, quien destaca que esta composición fue siempre un acto de fe: una manera de cantar devoción con la voz y el corazón.
Esa raíz espiritual se mantiene vigente incluso cuando el canto se adapta a géneros que poco tienen que ver con lo religioso, como el rock, el pop o, en años recientes, el reggaetón . Para el Padre Jesús Arzate, párroco de San Agustín en Ecatepec, la explicación es simple: “La música es expresión de lo que vive el ser humano y de sus sentimientos.” Y donde hay sentimiento, también puede haber fe.
Los #mariachis vuelven a casa cada 12 de diciembre… 🎺✨
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Con la mirada al cielo y el corazón en la garganta, le cantan a la #VirgendeGuadalupe como si cada nota fuera una oración. La Basílica vibra, y miles sienten que la fe también se escucha.
Entre guitarrones y violines, la… pic.twitter.com/12EAd6Ig6Z
Del templo a las plataformas: ¿por qué la Guadalupana llega al reggaetón?
El productor Gonzalo Oliveros explica que la conexión cultural de este canto es tan grande que trasciende generaciones y géneros. “Cuando tú escuchas ‘La Guadalupana’ piensas en el 12 de diciembre, en miles de personas peregrinando en todo el país. Es un llamado de fe”, afirma.
Para muchos músicos, independientemente del género, existe un vínculo emocional con la Virgen de Guadalupe. Oliveros menciona ejemplos que van desde el rockero Alex Lora hasta exponentes de reggaetón y rap como Big Metra que unió sus rimas con el pop de Emmanuel y Alexander Hacha , quienes no ocultan su identidad guadalupana.
Además, recalca que los géneros antes polémicos hoy forman parte de la cultura popular: “El rock ya no es satánico… y el reggaetón pasa exactamente lo mismo. Si ninguna religión se libera de caer a los pies de ‘ La Guadalupana ’, ¿por qué no lo van a hacer los géneros musicales?”
“La Guadalupana” es una tradición viva que se renueva sin perder su esencia
Para los especialistas, estas nuevas versiones no son una falta de respeto ni una banalización de la fe, sino una reinterpretación que permite que el mensaje llegue a más personas. Paredes sostiene que cada versión es “un acto de fe… un canto dedicado a la Virgen de Guadalupe desde su interpretación particular.”
La música urbana, dice Oliveros, permite que nuevas generaciones se apropien del canto sin perder su esencia. Muchos jóvenes escuchan ‘La Guadalupana’ por primera vez en peregrinaciones o mañanitas televisadas, y cuando la oyen en reggaetón, conectan inmediatamente con sus recuerdos familiares: calidez, tradición y fe.
El Padre Arzate coincide: aunque los géneros son diferentes, su aporte al ámbito guadalupano ha sido “una riqueza, una belleza”.
#LaGuadalupana | Cuando las palabras no alcanzan, el cuerpo se convierte en oración ❤️
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¿Qué mueve a millones de personas a caminar kilómetros, ir descalzos o hincados, rumbo a la Basílica de Guadalupe? Es más que tradición: es un contrato de fe.
Detrás de cada peregrino hay una… pic.twitter.com/JGakFXieWC
La música de “La Guadalupana” es una devoción que seguirá transformándose
Para los expertos, lo que hoy pasa con el reggaetón volverá a suceder dentro de 10 o 20 años con otros géneros aún por inventarse.
La Guadalupana
, dicen, seguirá encontrando caminos para conectar a madres, hijas, abuelas y futuras generaciones, sin perder su mensaje central: fe, identidad y unión.