Con pies descalzos, de rodillas y el corazón lleno de fe, millones de peregrinos acuden a la Basílica de Guadalupe cada 12 de diciembre para agradecer a la Morenita del Tepeyac por cada milagro cumplido a lo largo de año.
En México, las mandas mezclan lo indígena y lo católico, el sacrificio como ofrenda y el cuerpo como puente, una manifestación de gratitud y fe que miles de feligreses realizan tras superar una batalla personal.
“La manda más que nada es venir a pedir por la familia, salud y bienestar (...) Que todo en la familia salga bien, que nos vaya bien en la vida”, contó José Damián, peregrino que acudió a la Basílica de Guadalupe cargando la figura de la morenita de 40 a 50 kilos.
Cada paso, es un agradecimiento: Las promesas que transforman el cuerpo en ofrenda
Aunque el camino es largo, y el cansancio pesa, los peregrinos que acuden al templo de la Morenita del Tepeyac tienen claro su objetivo, agradecer una enfermedad superada, un milagro cumplido o el alcance de un sueño que parecía imposible de llegar.
Cada paso que dan los millones de feligreses, los acerca más a la esperanza de mostrar su devoción.
“José se enfermó muy feo de Covid-19, ya estaba a punto también de morir (...) Le prometí a la Virgen que si ella me ayudaba, yo venía de rodillas para ofrecerle las gracias porque está vivo mi esposo”, contó Evelyn Marlene, peregrina.
La devoción que camina con el corazón: Las mandas como herencia viva
Las mandas se han convertido en una tradición que pasará de generación en generación, no solo por la fe, sino por el sentido que se encuentra en cumplir una promesa para agradecer los milagros.
Porque llegar a la Basílica de Guadalupe no es el final, es la prueba de que la devoción también se vive con el cuerpo. Y que la fe, siempre caminará en el corazón e las y los millones de mexicanos.
¿Cómo se cumplen las mandas a la Virgen de Guadalupe?
Existen distintas formas de cumplir las mandas a la Virgen de Guadalupe, entre las más comunes están:
- Caminar largas distancias a pie, sin descanso y con equipo mínimo; suelen recorrer cientos de kilómetros.
- Ir de rodillas: Cumplir un trayecto, puede ser desde la entrada de la Basílica hasta el altar.
- Caminar descalzo: Recorrer todo o parte del camino descalzo, como símbolo de humildad y ofrenda.
Otras de las formas que existen para agradecer los milagros están: Danzar, ofrecer flores y velas, cantar o tocar musical, así como la realización de donaciones.