En San Luis Potosí, decenas de vacunas y medicamentos que representaban esperanza para miles de pacientes quedaron olvidados y caducaron en el almacén delegacional del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ubicado en Avenida de los Conventos 107. Documentos en poder de Fuerza Informativa Azteca (FIA) revelan que casi cinco millones de pesos en 196 piezas del medicamento Ribociclib para cáncer de mama se dejaron vencer.
Además, hay registros de casi nueve millones de pesos en 8 mil 400 piezas de Sevelamero para personas en diálisis y casi 17 millones de pesos en 371 mil piezas de Irbesartan, utilizado para tratar la hipertensión arterial, que también expiraron sin haber sido distribuidas.
Medicamentos caducados: ¿un desperdicio intencional con conexiones?
Un trabajador del almacén denunció que algunas personas con conexiones en empresas proveedoras se aprovechan de la situación para evitar pérdidas.
“Hablo con mi jefe de almacén, mi jefe de abasto para que él saque y me adquiera el medicamento que está por vencer y ya no se me caduque a mí como una pérdida”, comentó el empleado.
Vacunas recicladas y reetiquetadas preocupan a trabajadores
Lo más alarmante para el personal son las vacunas. Según las denuncias, se han reetiquetado cajas con vacunas caducadas o próximas a vencer y se redistribuyen a unidades médicas sin que estas revisen cada dosis. “Hay unidades médicas que les están reciclando las cajas de las vacunas, se las regresan y meten vacunas que están caducadas o por caducarse”, afirmó el trabajador.
Contratación de empresa clausurada para manejo de residuos
Para agravar la problemática, el IMSS contrató por adjudicación directa a la empresa Medam para recolectar insumos caducados, a pesar de que esta fue clausurada en Yucatán y Baja California Sur por mal manejo de residuos entre 2016 y 2017.
El especialista en ciencias farmacológicas Simón Almanza señaló que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) detectó que esta empresa vertía residuos contaminantes, incluyendo medicamentos, lo que afectó ríos y mantos acuíferos.
Desde este almacén, supuestamente se abastece a todas las unidades médicas del IMSS y del
IMSS-Bienestar
en San Luis Potosí, pero se convirtió en un depósito donde muchos medicamentos jamás llegaron a los pacientes que los necesitaban.