Bajo la guía de su madre, cuatro niños peruanos suben todos los días a la cima de un cerro de los Andes, cerca del lago Titicaca, para poder encontrar señal para sus dispositivos móviles y recibir clases virtuales durante la pandemia.
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En la remota comunidad de Conaviri, en el área de Mañazo, a una hora y media de Puno, que limita con el lago Titicaca, las señales de telecomunicaciones sólo se captan en la cima de una montaña cercana.
En el área remota de las tierras altas peruanas, que está a 4 mil metros sobre el nivel del mar, la plataforma “Aprendo en casa” señalada por el Ministerio de Educación, debido a la suspensión de la enseñanza en los salones de clases a causa de la pandemia de coronavirus.
Por lo tanto, Raymunda Charca sube la montaña con sus hijos Roxana de 16 años, Alberto de 15 años, Juan Carlos de 13 años y Álvaro de 10 años, todos los días.
La mujer de 43 años estudia con los niños mientras su esposo Juan Cabrera pasta el ganado en el área donde viven familias quechuas, el grupo étnico más grande del Perú.
Aproximadamente a las 08:00 horas, reciben una llamada por celular o desde la aplicación de WhatsApp de Mery Quispe Achata, la maestra de la escuela Conaviri, quien les ofrece una lección virtual.
Después de más de 100 días de cuarentena nacional, Perú comenzó a levantar los confinamientos en 18 de las 25 regiones el 1 de julio, incluidas Lima, Cusco y Puno, que limitan con Bolivia.
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Sin embargo, el país no planea reanudar las clases presenciales en este año. El país andino tiene 33 millones de habitantes, se han registrado 375 mil casos de coronavirus y 17 mil muertes. Es el segundo país con más contagios de esta enfermedad en América Latina después de Brasil.
