El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, pidió este viernes a Rusia que no lance ningún ataque desde la central nuclear de Zaporiyia o contra esa instalación de Ucrania y que retire sus tropas de la zona.
"El mensaje de la OTAN y del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) es que Rusia no debería lanzar ataques desde la central, no debería atacar la central y debería retirar las fuerzas", declaró el político noruego durante una rueda de prensa previa a la cumbre de líderes de la Alianza Atlántica que se celebra en Vilna, Lituania, la próxima semana.
Añadió que ello permitiría a los expertos de la OIEA "hacer su trabajo de mejor forma".

Expertos no han visto minas o explosivos en la central nuclear de Zaporiyia
"Han tenido acceso y realizado algunas valoraciones y evaluaciones. Han dicho que no han visto indicaciones visibles de minas o explosivos en este momento, pero también han pedido tener acceso adicional para verificar la seguridad de la planta", comentó.
El OIEA está "logrando avances" en su acceso a las instalaciones de la central nuclear de Zaporiyia, dijo hoy el director general de este órgano, el argentino Rafael Mariano Grossi, quien añadió que "llevará tiempo" completar la evaluación de la seguridad de la planta.
El responsable del OIEA señaló que pese a que en los últimos días estaba presente "la preocupación porque pudiera producirse algún incidente" en las instalaciones nucleares controladas por tropas rusas, por el momento "no se ha detectado ninguna indicación de explosiones o presencia de minas u otros explosivos" en las zonas donde se ha tenido acceso.

Turquía aún no da su visto bueno a la adhesión de Suecia a la OTAN
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo este viernes 7 de julio, que todavía hay "brechas" que cerrar para que Turquía, un miembro de la alianza, dé su visto bueno a la adhesión de Suecia a la OTAN.
Durante una conferencia de prensa previa a la cumbre de la OTAN de la próxima semana en Vilnius, Stoltenberg dijo nuevamente que se reuniría con los líderes suecos y turcos el lunes (10 de julio), el día antes de que comience oficialmente la reunión.
La OTAN celebra una cumbre el 11 y 12 de julio en Lituania, uno de los tres estados bálticos que vivió bajo el dominio soviético durante décadas y estuvo entre los primeros países de la OTAN en enviar armas a Kiev después de la invasión rusa de Ucrania.
OTAN afirma que corresponde a cada país decidir si da bombas de racimo a Ucrania
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó este viernes que corresponde a cada Estado miembro de la Alianza, de manera individual, decidir si entrega bombas de racimo a Ucrania, en un momento en el que Estados Unidos estudia la posibilidad de proporcionar ese tipo de munición a Kiev.
"Corresponde a los aliados individuales tomar decisiones sobre la entrega de armas y suministros militares a Ucrania y corresponderá a los Gobiernos decidir, no a la OTAN como Alianza", declaró el político noruego durante una rueda de prensa previa a la cumbre de líderes aliados que se celebra en Vilna la próxima semana.
Stoltenberg recalcó que la OTAN como Alianza no tiene fijada una posición sobre las bombas de racimo porque algunos Estados miembros han firmado la Convención sobre Municiones de Racimo y otros no.
Convención de Oslo prohíbe la utilización de bombas de racimo
Esa convención, acordada en Oslo y que entró en vigor en 2008, prohíbe la utilización de ese tipo de munición por parte de 111 Estados.
Ese tratado vinculante prohíbe todo tipo de uso, producción, almacenamiento y transferencia de bombas de racimo. Ni Ucrania, ni Rusia, ni Estados Unidos forman parte del acuerdo internacional.
Bombas de racimo son usadas por Rusia y Ucrania
Stoltenberg añadió que las bombas de racimo las están usando en la guerra tanto Rusia como Ucrania.
Rusia usa las bombas de racimo en su brutal guerra de agresión para invadir otro país, mientras que Ucrania las usa para defenderse, comentó.
Este tipo de bombas, lanzadas por artillería o aviación, liberan un gran número de pequeñas cargas explosivas que barren una amplia zona y que son una amenaza para la población civil.
Las bombas que no explotan suponen, además, un peligro después de que finalice el conflicto.
Ucrania alega que utilizará esas bombas contra tropas rusas atrincheradas antes del avance de sus fuerzas.
