El lenguaje verbal tiene mucho peso aunque a veces no se le de la importancia necesaria. Los gestos proporcionan mucha información sobre la situación emocional de nuestro interlocutor, su personalidad, y las posibles carencias en cuanto a habilidad social que pudiera tener.
¿Cómo salir de una relación tóxica?: Esto dice la psicología
Ahora vamos a centrarnos en un caso concreto que es el de las personas que caminan con la vista puesta en el suelo como norma habitual. De acuerdo a los expertos en psicología, esto puede estar relacionado con una baja autoestima o inseguridades.
¿Qué significa que una persona camine con la mirada en el piso?
Las personas que caminan de manera habitual con la cabeza baja sin mirar de frente ni interactuar con su entorno inmediato, es probable que tengan un problema de falta de confianza en sí mismos, de baja autoestima e inseguridades varias.
Hay quienes evitan de todas las maneras posibles tener un contacto visual, y esto puede ser por una vulnerabilidad en exceso o que no se atrevan a afrontarla.
Es básicamente un mecanismo de defensa para protegerse. Ellos se sienten juzgados a cada paso por lo que tienen la necesidad de ocultarse. Tienen miedo de hacer contacto visual porque quedarían expuestos, según su propio pensamiento.
Qué dice la psicología de las personas que caminan con la mirada hacia el suelo: el hábito que dice más de lo que imaginas https://t.co/zucjNa8Cyy
— Ciencia EL ESPAÑOL (@Ciencia_EE) October 28, 2025
Se debe prestar atención ya que esta forma de caminar puede estar también relacionada con estados depresivos y pensamientos negativos de tristeza vital, que lleva a quienes lo padecen a una especie de desconexión con su entorno.
Por último, este gesto también puede relacionarse con la timidez que forma parte de la personalidad del sujeto en cuestión. El contacto visual les genera ansiedad social por eso miran al piso.
Cabe destacar que también puede ser un gesto relacionado con lo cultural, ya que por ejemplo los japoneses bajan la mirada como una manera de mostrar respeto, y subirla mirando directamente a los ojos del otro podría interpretarse como un desafío de mal gusto.














