La moneda mexicana de 1,000 pesos de 1988, aunque ya no conserva su valor nominal, ha despertado el interés de los coleccionistas… y no precisamente por nostalgia. A veces, lo más común puede esconder una historia sorprendente, y eso es justo lo que ocurre con esta pieza que muchos mexicanos aún conservan olvidada en cajones, monederos viejos o guardada “por si algún día”.
Te puede interesar:
- Nadie puede creer que la chef Zahie Téllez le haya dicho esto a Plutarco Haza cuando salió de MasterChef Celebrity Generaciones
- Plutarco Haza: este es el platillo que lo dejó fuera de MasterChef Celebrity Generaciones (tenía hasta oro)
- El hijo de Chespirito dijo algo que nadie imaginaba sobre la infidelidad de su papá con Florinda Meza
¿Cuánto puede valer hoy una moneda de 1,000 pesos de 1988?
Oficialmente, después de la devaluación de 1994, esa moneda quedó en apenas 1 peso actual, al quitarle tres ceros como parte del cambio de moneda. Pero en la práctica, el mercado dice otra cosa.
En sitios como Mercado Libre, hay personas que la están vendiendo por 200, 400 o hasta 800 pesos, dependiendo del estado en el que se encuentre.
El modelo más buscado es el que tiene el rostro de Nezahualcóyotl. Si la pieza está limpia, con todos sus detalles visibles y sin tanto desgaste, su precio puede subir. Eso sí: no todas valen una fortuna, pero tampoco es raro que se oferten bien si están bien conservadas.

¿Por qué vale más si ya no sirve como dinero?
Porque en el mundo de los coleccionistas, el valor no está en lo que dice la moneda, sino en lo que representa. Esta pieza forma parte de un momento clave en la historia económica de México, justo antes de que desaparecieran los “viejos pesos”.
Además, ya no es fácil encontrarla en buen estado, lo que la hace más atractiva. Y claro, también está el factor emocional: hay gente que busca estas monedas porque les recuerdan su infancia, o porque alguna vez las vieron en casa y les quedó la curiosidad. Eso también influye.
¿Venderla o guardarla?
Depende. Si la tienes y está bien conservada, podrías venderla en línea y sacarte un extra. Pero si prefieres quedártela como recuerdo o empezar una pequeña colección, también es válido.
En ambos casos, vale la pena revisar cómo se está moviendo en el mercado y, si se puede, consultar con alguien que sepa del tema. Porque a veces, sin darnos cuenta, guardamos en casa algo que vale mucho más de lo que pensábamos.