Geraldine Bazán abrió su corazón como nunca antes. La actriz mexicana confesó que no se arrepiente de su relación con Gabriel Soto, pues se convirtió en una mujer fuerte e independiente.
Durante su niñez y adolescencia, la artista aprendió grandes lecciones que la marcaron para toda su vida.
El momento más oscuro de la noche es justo cuando va a amanecer. Todas las etapas han sido increíbles, no cambio nada de lo que he vivido en mi niñez, juventud, de cuando estuve casada, para nada. Me hace ser la mujer que soy en este momento
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En su momento, se rumoró que su divorcio con Soto se dio debido a una infidelidad con Irina Baeva.
Desde ese momento, el público centró su atención en los pasos de la mexicana de 37 años. Ese oscuro momento de su vida ocasionó que la gente hablara.
La gente a veces cree que por (yo) ser una persona conocida puede opinar sin tener conocimiento de causa. Lo más importante es saber quién eres y que a tu alrededor esté todo muy bien dado y protegido. Hay personas que festejan mucho más un fracaso ajeno que un éxito propio
Pese a todo, Geraldine Bazán salió adelante con el apoyo de sus hijas, quienes fueron su inspiración al momento de incursionar en nuevos proyectos.
Yo decido tener momentos felices, atesorar esos momentos felices día a día. Quiero ser una mujer productiva, orgullosa de mí misma y que mis hijas se sientan orgullosas de tener una mamá como la que tienen
Geraldine Bazán se olvidó de los rencores del pasado, ya que ahora lleva una vida tranquila junto a Elisa y Alexa.
Las menores tienen un carisma inigualable que presumen en Instagram y TikTok, con divertidos videos junto a su madre.
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