A pesar del miedo y en un contexto marcado por la persecución, la Generación Z y la sociedad civil regresaron a un escenario histórico de lucha: Tlatelolco. Este domingo se llevó a cabo la primera edición de “Diálogos por la Paz”, una iniciativa que busca romper el silencio ante la violencia que azota al país.
Tras los episodios de represión registrados en las marchas del 8 y 15 de noviembre, los jóvenes volvieron a las calles, no solo para protestar, sino para proponer. Con un micrófono abierto y una bocina, se escucharon más de 70 ponencias que tejieron un relato colectivo de dolor, resistencia y exigencia de justicia.
El miedo y la represión no los callaron
El evento, organizado por Defensores A.C., se convirtió en una válvula de escape para la desesperación acumulada. Jacobo Ortiz, representante de Somos MX, describió el clima hostil que enfrentan los activistas:
“El día de hoy aquí en México tenemos miedo porque tenemos un gobierno que reprime, un gobierno que no nos deja avanzar, un gobierno que nos desaparece”, sentenció.
Por su parte, Daniela Toussaint, quien fue detenida durante la marcha del 15 de noviembre, subió al estrado para recordar que la lucha no es de bandos, sino de supervivencia: “Tu historia y la mía tienen la misma raíz: el deseo de vivir sin violencia”.
Testimonios de una realidad sangrienta
Más allá de las narrativas políticas, el evento evidenció la crisis humanitaria. Reina, miembro de la Generación Z, lanzó una frase que resonó en la Plaza de las Tres Culturas: “En México la vida no es tuya, es de quien te la quita”.
La impunidad también tuvo rostro. Christofer Quetzalcóatl, a quien el narcotráfico le arrebató a su padre, conmovió a los asistentes al exponer la ineficacia del sistema judicial:
“Si hubiera justicia no tendríamos que hacer este tipo de marchas... tendría a mi papá ahorita aquí al lado de mí".
Exigencias claras: Pliego petitorio al ejecutivo
Miguel Meza, presidente de Defensores A.C., explicó que el objetivo es “no solo exigirle al Estado mexicano, sino también trabajar nosotros para ayudar a construir paz”.
Tras seis horas de diálogo, se generó un Pliego Petitorio que será entregado al Poder Ejecutivo y a los dirigentes de todos los partidos políticos. Las exigencias principales son:
- Libertad inmediata a los presos políticos.
- Infraestructura real para la prevención de delitos (homicidios, desapariciones y reclutamiento forzado).
- Aumento de presupuesto para la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas.
El mensaje final fue un recordatorio del poder ciudadano. Como señaló el activista Rondo Libe: “Si un día pusimos nosotros ahí a Morena, nosotros podemos quitarlo”.












