Lo que parecía una actividad rutinaria de caza terminó en un accidente que pudo costarle la vida a un hombre de 63 años cuando la escopeta le explotó, sucedió en la comunidad de Kancabchén, ubicada en el municipio de José María Morelos, Quintana Roo.
De acuerdo con versiones oficiales, el incidente ocurrió cuando el hombre manipulaba una escopeta calibre 20, la cual explotó inesperadamente mientras intentaba disparar. El cartucho se detonó dentro del cañón del arma, provocando que esta se partiera en dos y liberara pólvora directamente al rostro del cazador.
Como resultado del accidente, el hombre sufrió quemaduras de consideración en su ojo derecho. Aunque logró mantenerse consciente, fue atendido por personal médico y trasladado para una evaluación más profunda, debido al riesgo de daño permanente en la visión.

¿Qué causó la explosión en la escopeta?
Las primeras investigaciones apuntan a una posible falla en el cartucho o en el mantenimiento del arma. Las escopetas de este tipo, aunque comunes en zonas rurales, pueden volverse extremadamente peligrosas si no se revisan de manera periódica o si se utilizan municiones defectuosas o en mal estado.
El caso también reabre el debate sobre la seguridad durante las actividades cinegéticas en comunidades del sureste mexicano, donde esta práctica sigue siendo parte de la vida cotidiana, aunque poco regulada en algunos casos.
¿Es legal cazar en México y en Quintana Roo?
La caza deportiva y de subsistencia sí está permitida en México, pero bajo ciertas condiciones: se requiere contar con licencia federal, portar el arma registrada, y solo puede realizarse en Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMAs) o en áreas cinegéticas autorizadas.
En el caso de Quintana Roo, la caza también está regulada por las autoridades ambientales, pero muchos habitantes en comunidades rurales como Kancabchén realizan esta actividad sin los permisos correspondientes, lo que aumenta los riesgos tanto legales como personales.
Además, el uso de armas de fuego fuera de la normativa puede derivar en accidentes como el ocurrido, e incluso en sanciones penales si no se cuenta con los registros y permisos adecuados.