El puerto de A Coruña, en España , vivió un lamentable momento, ya que una ballena muerta de 21 metros de largo llegó a la orilla y obligó a un equipo especializado a intervenir. El animal pesa alrededor de 30 toneladas.
Especialistas de la Coordinación para el Estudio de Mamíferos Marinos de Galicia (CEMMA) estuvieron al frente de las operaciones para remover el cadáver el 16 de diciembre de 2025 y recopilar datos clave.
Los trabajadores utilizaron grúas y tractores para manejar el enorme cadáver. La operación destacó la magnitud del cetáceo, un espectáculo poco común en costas gallegas. Biólogos marinos priorizaron la recolección de muestras mientras el equipo técnico preparaba el traslado.
Gigante en la costa: una ballena de 21 metros y 30 toneladas aparece en el puerto de A Coruña
Uxía Vázquez, vicepresidenta del CEMMA, explicó los primeros pasos en el lugar. “Cuando llegamos, ya tocaba el fondo, y fue difícil levantarla completamente del mar. Sacamos la primera parte, el pedúnculo caudal, y comenzamos a tomar muestras. La medimos, y mide 21 metros de largo”, declaró en gallego.
El equipo enfrentó retos logísticos de inmediato. La ballena yacía varada, con su cola expuesta. Los expertos midieron el cuerpo y extrajeron tejidos para análisis posteriores. Esta intervención busca esclarecer factores como enfermedades, colisiones o razones ambientales, lo que resulta común en varamientos de mamíferos marinos en la zona.
Lo que menos esperaba hoy era ver cómo levantaban una ballena muerta en Coruña 🤯🤯🤯 pic.twitter.com/6Ugq4f52ca
— Desastre con patas 🦦🐝⛰️ (@holasoynuriaa) December 16, 2025
Reto logístico: el complejo operativo para retirar el cadáver de la ballena
La magnitud del animal complicó el retiro. Uxía Vázquez detalló la estrategia: “Necesitamos cortarla en varias piezas para facilitar su movimiento, ya que las grúas y el tractor no pueden moverla entera, y después se incinerará”, afirmó a la televisión regional gallega.
Trabajadores equipados con herramientas especializadas seccionaron el cadáver en partes de menor tamaño, con el fin de poder trasladarla hacia su incineración y así evitar riesgos sanitarios para la población.
