Un diluvio de tintes bíblicos convirtió a la ciudad de Nueva York en una sucursal mal lograda de la Venecia italiana.

Colosos de madera heridos de muerte yacían derrumbados en la vía pública o sobre varios vehículos que se encontraban a la intemperie.

Drenaje del Metro colapsa y cancelan vuelos

El episodio más furioso de la tormenta duró poco más de 20 minutos, suficientes para provocar la cancelación de vuelos y colapsar el drenaje del Metro.

Decenas de calles quedaron inundadas, donde el nivel del agua apenas necesitó un suspiro para rebasar el medio metro de altura.

La corriente alcanzó de inmediato a los automóviles que intentaban avanzar sin éxito, a los negocios plantados en la acera y a los ciudadanos a los que la lluvia sorprendió a pie.

Hombre muere ahogado en sótano en Brooklyn

En Brooklyn, un hombre murió ahogado en el sótano de su casa al intentar salvar a su perro. En Manhattan, otro perdió la vida atrapado en la sala de calderas del condominio donde vivía. Era mexicano y tenía 43 años de edad.

Durante el temporal, el servicio de emergencias recibió más de 800 llamadas de auxilio. La cifra no es un exceso.

Según las autoridades de Nueva York, cuatro de las tormentas más poderosas en azotar la ciudad se han desatado en el último lustro.