La Plaza de San Martín en Lima, Perú, se convirtió en un escenario de resistencia donde cientos de jóvenes, principalmente estudiantes y activistas de la llamada “Generación Z”, protestaron el domingo 21 de septiembre de 2025 contra las reformas que afectan las pensiones y la seguridad social. A esta protesta se sumó el reclamo contra la creciente inseguridad ciudadana y el deterioro económico que vive el país.

Diego, estudiante universitario y vocero del movimiento, afirmó: “Nosotros, los jóvenes, e incluso los mayores, estamos aquí indignados por la inseguridad, la delincuencia y los sicarios”. La manifestación enfrentó la represión de la policía que empleó gas lacrimógeno y escudos para dispersar a los manifestantes, lo que aumentó la tensión entre el gobierno y los jóvenes.

Jóvenes denuncian represión e inseguridad en las calles en Perú

Diego también criticó la actitud policial: “Miren a su alrededor: hay tantos policías, pero lo único que hacen es intimidar y reprimir. Cuando les pedimos que protejan a los ciudadanos comunes de la delincuencia, ninguno aparece”. Las acusaciones contra la policía se suman a la frustración de una juventud que considera que sus demandas no son atendidas.

Protestas en Perú, ¿parecidas a las de Nepal?

Este descontento juvenil no es exclusivo de Perú. Cabe recordar que en Katmandú, Nepal, la misma generación hizo sentir su rechazo al bloqueo de redes sociales, al desempleo, la corrupción y el nepotismo, con lo que lograron la renuncia del primer ministro y el restablecimiento del acceso a internet tras días de protestas masivas. Lo más destacado fue que luego de alcanzar sus objetivos, los jóvenes salieron a limpiar las calles afectadas, demostrando compromiso con su comunidad.

Exigencia común: un Estado que garantice oportunidades y libertad

Desde la Plaza de San Martín en Perú hasta Katmandú, la desconfianza hacia las instituciones motiva un reclamo compartido: la exigencia de un Estado que garantice derechos, oportunidades y libertad. Caire Alfaro, también manifestante de la Generación Z, denunció que la policía responde con violencia indiscriminada, incluso contra niños y transeúntes, dejando en evidencia la polarización y el hartazgo social.

En Perú, además de la inseguridad, la desaprobación hacia el gobierno de Dina Boluarte crece, con denuncias por corrupción y un Congreso que no actúa para destituirla.