Luego de la crisis sanitaria por Covid-19 que se vivió en el mundo y que dejó pérdidas humanitarias y económicas, en México, también afectó a la tasa de fecundidad, pues esta disminuyó en comparación a los años previos al Coronavirus.
De acuerdo a los resultados de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica realizad por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el territorio mexicano se tienen menos hijos tras la pandemia, pues, la tasa de fecundidad de las mujeres entre 15 y 49 años disminuyó en México de 2.07 hijas e hijos en 2018 a 1.6 en 2023.
El reporte también señala que entre 2018 y 2023, se registró una disminución en la fecundidad de las adolescentes, pues por cada mil mujeres de entre 15 y 19 años se tenía un promedio de 70.6 nacimientos en 2018, estadística que bajó a 45.2 en 2023.
Mientras que en las áreas rurales y urbanas, también las estadísticas van a la baja, pues la tasa global de fecundidad pasó de 2.51 a 2.13 hijas o hijos por mujer en el 2023 en los pequeños pueblos, mientras que en las ciudades, la cifra pasó de 1.94 a 1.44.
¿Qué impacto provoca la baja en la tasa de fecundidad en México?
De acuerdo a diversos estudios, cuando la tasa de fecundidad o reemplazo es de 2.1 por ciento, la población permanece estable; sin embargo, si el rango es menor, en un periodo a largo plazo la población disminuirá en ese territorio. Esto genera cambios en políticas públicas, afectando el crecimiento económico, empleo, educación, salud y pensiones.
Esto se debe a que el promedio de hijos por mujer no alcanza para reemplazar a los padres. Solo cuatro estados superan la tasa de reemplazo, Chiapas (2.39 hijos por mujer), Zacatecas (2.32), Guerrero (2.30) y Michoacán (2.10), mientras que el resto, incluida la Ciudad de México , tienen tasas preocupantemente bajas, lo que plantea retos demográficos y sociales.