El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es una afección mental que se caracteriza por pensamientos, impulsos o imágenes mentales repetitivos e intrusivos (obsesiones) que causan ansiedad. Las personas con TOC pueden sentir la necesidad de realizar comportamientos repetitivos (compulsiones) para tratar de reducir la ansiedad o detener los pensamientos obsesivos.

Las obsesiones pueden ser sobre cualquier cosa, pero algunos temas comunes incluyen: miedo a los gérmenes o a la contaminación, miedo a perder o extraviar algo, preocupaciones por daños que le puedan afectar a usted o a otros, pensamientos prohibidos no deseados que involucran sexo o religión, pensamientos agresivos hacia uno mismo u otros, necesidad de que algunas cosas estén alineadas en forma exacta o dispuestas de una manera particular y precisa.

Las compulsiones pueden ser cualquier cosa, pero algunos ejemplos comunes incluyen:

  • Lavado de manos excesivo
  • Verificar repetidamente cosas, como si la puerta está cerrada o el horno apagado
  • Contar compulsivamente
  • Ordenar y organizar las cosas de una manera particular y precisa
  • Repetir palabras o frases en silencio o en voz alta

El TOC puede ser una afección debilitante que puede interferir con las actividades diarias. Si cree que puede tener esta afección, es importante buscar ayuda profesional.

¿Qué causa el TOC?

La causa del TOC no se comprende completamente, pero se cree que es el resultado de una combinación de factores genéticos, ambientales y biológicos. Los factores genéticos parecen jugar un papel importante en el desarrollo.

Las personas con un familiar cercano que tiene TOC tienen un mayor riesgo de desarrollar la afección. Los factores ambientales, como el estrés o el trauma, también pueden contribuir al desarrollo.

Los factores biológicos, como los cambios en los niveles de neurotransmisores en el cerebro, también pueden desempeñar un papel. Se considera que aproximadamente 6% de la población mexicana puede llegar a presentar este trastorno, es decir, 7.6 millones de personas.

¿Quién está en riesgo de tener TOC?

El TOC puede afectar a cualquier persona, pero es más común en adultos jóvenes y en niños. Las mujeres tienen un poco más de probabilidades que los hombres. Se diagnostica sobre la base de los síntomas que presenta la persona.

El tratamiento generalmente implica una combinación de terapia y medicamentos. La terapia cognitiva conductual (TCC) es una forma que puede ser muy efectiva para tratar el TOC.

La TCC ayuda a las personas a identificar y cambiar los pensamientos y comportamientos que contribuyen a sus síntomas. Los medicamentos antidepresivos también pueden ser efectivos para tratar el TOC, pues ayudan a equilibrar los niveles de neurotransmisores en el cerebro, lo que puede ayudar a reducir los síntomas. No existe una forma de prevenirlo, pero hay algunas cosas que se pueden hacer para reducir el riesgo de desarrollar la afección.