Un nuevo informe acusa al grupo terrorista Hamás de haber utilizado la violación, la mutilación y la violencia sexual no como un subproducto caótico de la guerra, sino como una táctica militar deliberada, sistemática y brutal durante los ataques del 7 de octubre de 2023 en el sur de Israel.
El documento, titulado “En Busca de Justicia” y elaborado por la organización de la sociedad civil The Dinah Project, argumenta que las agresiones fueron planificadas y ejecutadas con el objetivo estratégico de deshumanizar a las víctimas, aterrorizar a la población y destruir el tejido social.
Basado en el análisis de cientos de testimonios, pruebas forenses, videos y comunicaciones interceptadas, el informe presenta un argumento diferente: que los combatientes de Hamás recibieron, si no órdenes explícitas, sí un claro permiso para emplear la violencia sexual como un arma más en la masacre.
El documento no solo busca registrar el horror, sino que propone un nuevo paradigma legal para enfrentar uno de los desafíos más complejos de la justicia internacional: cómo probar crímenes de esta naturaleza cuando la mayoría de las víctimas fueron asesinadas.
“Escuchábamos gritos de chicas": sobreviviente del festival nova
El epicentro del horror documentado en el informe es el Festival de Música Nova, un evento que congregaba a miles de jóvenes en el desierto cerca de la frontera con Gaza. Lo que comenzó como una celebración de música y paz se transformó en una masacre. El testimonio de los sobrevivientes, como el de Alejandra López describe a Fuerza Informativa Azteca el horror de ese día.
“Estábamos escondidos, sin poder movernos”, relata López. “Claramente escuchábamos gritos de chicas, gente pidiendo que no la mataran, chicas que las estaban violando, gente que la estaban torturando... pero no podíamos hacer nada. Se los juro que no podíamos hacer nada”.
El informe corrobora estos relatos con los de los primeros respondedores y voluntarios de la organización ZAKA, quienes llegaron a la escena en las horas y días posteriores. Sus descripciones son consistentes: encontraron cuerpos de mujeres jóvenes desnudas o con la ropa interior bajada, a menudo con signos de haber sido atadas y con heridas de bala en la zona genital, sugiriendo una ejecución tras la agresión sexual.
The absence of such designation constitutes a distortion of justice, fails to uphold the UN’s commitment to victims, and sends a dangerous message that may inadvertently encourage the continued use of sexual violence in armed conflicts. pic.twitter.com/1bZCXiXozc
— The Dinah Project (@thedinahproject) July 21, 2025
El horror no terminaba con la muerte. El testimonio de López sobre lo que vio después es una confirmación de la crueldad sistemática que el informe busca documentar. “Habían personas colgadas en árboles, desmembradas. Niñas abiertas completamente desde cabeza hasta abajo. Niñas sin senos.
Todo tipo de torturas, que se imaginen”. El documento argumenta que la mutilación genital post-mortem, observada en numerosas víctimas, no fue un acto de sadismo individual, sino un patrón consistente que apunta a una táctica diseñada para profanar y deshumanizar.
Más allá de Nova: un patrón en seis escenarios de ataque
Si bien el Festival Nova fue el escenario de la mayor masacre, el informe del Proyecto Dinah es categórico al afirmar que la violencia sexual fue un patrón replicado en al menos seis lugares distintos durante el ataque del 7 de octubre. Desde los kibutz de Be’eri y Kfar Aza hasta la ciudad de Sderot, los investigadores identificaron un modus operandi recurrente.
Las tácticas descritas van más allá de la violación individual. El informe documenta casos de violaciones en grupo, a menudo frente a familiares o parejas antes de ser asesinados. Se detalla el uso de la violencia sexual como un preludio a la ejecución, así como la profanación y mutilación de los cuerpos, específicamente de los órganos sexuales femeninos, después de la muerte.
Este patrón, según los autores, es la prueba más contundente del carácter sistemático y planificado de las agresiones.
Eetta Prince-Gibson, periodista y una de las autoras principales del informe, explica el propósito estratégico detrás de esta brutalidad. “Este es un intento deliberado de destruir una sociedad, en primer lugar, atacando la sexualidad, que es un símbolo de nuestra vida”, afirma.
El informe también menciona el secuestro de mujeres como rehenes, con la fuerte presunción de que han sido y continúan siendo sometidas a abusos sexuales en cautiverio.
This book cover tells a story the world tried to ignore.
— The Dinah Project (@thedinahproject) July 17, 2025
“I was deeply torn about how to present such painful truths in a way that demands recognition and justice, without retraumatizing survivors or readers.” pic.twitter.com/Hdo8J16Bmq
El desafío legal: ¿Cómo probar un crimen sin testigos directos?
La principal contribución del informe “En Busca de Justicia” es su intento de construir un marco legal para lo que parece una tarea imposible. ¿Cómo se puede lograr una condena por violación si la víctima, la testigo principal, fue asesinada? Este “crimen perfecto” es un desafío que ha limitado la justicia en conflictos armados en todo el mundo.
El Proyecto Dinah propone un cambio de paradigma: en lugar de depender de un único testimonio directo, aboga por la construcción de un “caso mosaico”. Este modelo legal se basa en la convergencia de múltiples tipos de pruebas indirectas para establecer, más allá de toda duda razonable, que los crímenes ocurrieron y que formaban parte de un plan.
Este mosaico probatorio incluye:
- Testimonios de testigos auditivos y presenciales indirectos: Personas como Alejandra López que escucharon los crímenes o vieron sus consecuencias inmediatas.
- Evidencia forense: A pesar de la descomposición y las condiciones de los hallazgos, los informes forenses han podido identificar patrones de lesiones, como huesos pélvicos rotos y hematomas consistentes con una agresión sexual violenta.
- Testimonios de personal de emergencia: Las descripciones detalladas de los primeros en llegar a las escenas sobre la posición y el estado de los cuerpos (desnudez, ataduras, tipos de heridas) se consideran una forma crucial de evidencia circunstancial.
- Análisis de material audiovisual: Hamás grabó gran parte de sus propios ataques. Aunque no se hayan difundido videos explícitos de violaciones, el análisis de este material, junto con el de las víctimas, revela el trato degradante y la cosificación de las mujeres.
- Inteligencia y comunicaciones: La interceptación de comunicaciones donde los terroristas se jactaban de sus actos puede ser utilizada para demostrar la intención.
“Requiere una forma diferente de ver la ley”, insiste Prince-Gibson a Fuerza Informativa Azteca vía Zoom. “Creo que todos sentimos una responsabilidad hacia las mujeres y hombres que fueron abusados y asesinados. Esperamos poder utilizar lo que nos ha sucedido como un caso de prueba para lograr justicia”.
El objetivo es que este modelo pueda ser replicado para juzgar crímenes similares en otros conflictos, sentando un precedente vital en el derecho penal internacional.
El informe del Proyecto Dinah no ofrece consuelo, sino una hoja de ruta. Intenta convertir el horror indescriptible en un argumento legal procesable, transformando los gritos escuchados en el desierto en evidencia para un tribunal.
Al detallar la presunta estrategia de Hamás, el proyecto no solo busca un veredicto para los crímenes del 7 de octubre, sino que desafía al sistema legal global a encontrar una respuesta para una de las tácticas más antiguas y devastadoras de la guerra.