Lo Que Callamos Las Mujeres | Reina: El peor dolor
Una de las violencias que hasta hace poco tiempo se encontraba invisibilizada social, cultural e institucionalmente es la llamada violencia vicaria. Esta violencia contra la mujer es cruel y sumamente dañina no solo para ella, sino también para su círculo afectivo más cercano: hijos, hijas y familiares.
La violencia vicaria es una violencia indirecta, que utiliza a terceras personas con la intención final de controlar, dañar, desmoralizar, frustrar, minimizar, debilitar o incluso matar a la mujer, afectando su autoestima, su estado físico, mental y psicológico.
¿Cómo funciona?
La violencia vicaria, puede ser más dolorosa y dañina para la mujer porque se ejerce a través de los hijos e hijas, o cuando las parejas se separan o están en un proceso de deterioro del vínculo, volviendo la convivencia familiar aún más violenta. Para infringir mayor daño en la pareja, quien agrede frecuentemente; manipula a los hijos e hijas para que odien a la madre o padre e incluso la agredan física y verbalmente; les hace creer que no les quiere, haciéndoles daño; , bloqueando las oportunidades que busca para comunicarse o convivir con su familia.
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En un grado más de violencia, la persona agresora instrumenta estrategias o coartadas legales a su alcance para que, aprovechando los prejuicios y violencia de género que aún imperan en las instituciones de procuración y administración de justicia o cuando se busca el divorcio; la mujer o el hombre sea despojada de sus derechos patrimoniales en la relación o el matrimonio, retirándole la patria potestad de sus hijos e hijas.
Aún más allá, el caso extremo de violencia que se ejerce contra la mujer en la violencia vicaria, lleva a la pareja o expareja a atentar contra la integridad física y la vida de los hijos e hijas con el objeto de eternizar el dolor que esto provoca en la madre, incluso, a cometer feminicidio. En consecuencia, existe maltrato psicológico, golpes y abuso sexual de quien agrede hacia los hijos e hijas, hasta incluso, asesinar a su descendencia y a ella.
Entre los objetivos de quien agrede están:
- Afectar a todo aquello o aquellas personas a las que la víctima siente cariño o apego.
- Dañar a su pareja o ex pareja.
- Expresar el odio hacia la mujer.
- Gozo al ver el logro del daño.
- Dañar la imagen de la víctima.- Amenazas múltiples.
- La pareja y las hijas e hijos son de “su propiedad”.
- Ocultar a las hijas e hijos para ejercer violencia.
- Anclar a la víctima en múltiples procesos judiciales para “robarle vida”.
- Perpetuar el control sobre la pareja.
Descubre:
Reina: El peor dolor. Violencia vicaria
Esta serie de agresiones, que por lo regular son ejercidas en contra de la mujer, tienen efectos terribles que perduran por largo tiempo en ella y en su descendencia , dañando su autoestima, su salud, su paz mental y su libertad. Entre estos efectos negativos en las víctimas de violencia vicaria están:
- Trastorno psicológico.
- Ansiedad.
- Depresión.
- Pensamientos suicidas.
- Suicidio.
- Autolesiones.
- Maltrato infantil.
- Cosificación de hijos e hijas donde se pueda dañar a la mujer a través de ellos o ellas.
- Coacción de los menores.
- Asesinato.
Identifica la violencia vicaria.
El primer paso es identificar que se está sufriendo violencia vicaria al interior de la familia. Algunos ejemplos que pueden ser útiles para identificarla son:
- Amenazas constantes de que hará daño a los hijos e hijas de ambos.
- Amenazas, cada que puede, que, si hace daño a sus hijos e hijas, será por culpa de ella.
- Repite constantemente el discurso de agresión en contra de la madre o padre e insta y permite que los hijos e hijas también lo hagan.
- La persona agresora violenta constantemente con groserías, injurias, retando a la mujer, cada que hay oportunidad.
- La pareja agresora cuestiona frecuentemente a los hijos e hijas sobre los comportamientos, actividades, comentarios y dichos que hace la esposa, para obtener la mayor información posible de ella, saber lo que piensa hacer, con objeto de anticiparse y continuar su control.
- La pareja no se hace cargo de sus responsabilidades económicas y materiales con la familia y procura en todo momento, dificultarle la vida a su esposa.