¿Te ha pasado que compras plátanos y, al par de días, ya están todos manchados y negros? Es frustrante, lo sabemos. Pero hay un par de trucos caseros sencillos que pueden ayudarte a que se mantengan amarillos y deliciosos por más tiempo, sin complicaciones ni productos extraños.
¿Por qué los plátanos se ponen negros tan rápido?
Los plátanos tienen una especie de “reloj interno” llamado etileno, una hormona que acelera su maduración. Cuando los guardas cerca de otras frutas o en lugares calurosos, ese reloj corre más rápido y la piel empieza a oscurecerse.
La Universidad de California, explica que las enzimas naturales de la piel reaccionan con el oxígeno y provocan esas manchas que nadie quiere ver. Es normal, pero con unos cuidados básicos puedes retrasarlo bastante.

¿Cuál es el truco casero ayuda a conservar los plátanos amarillos?
Aquí viene lo bueno: para conservar amarillos los plátanos por más tiempo envuelve solo el tallo de la penca con plástico de cocina. Sí, no necesitas cubrir toda la fruta. Esto ayuda a reducir la liberación de etileno y mantiene los plátanos amarillos varios días más.
Como dice la nutricionista María Elena García para El Universal: “Cubrir el tallo es suficiente; la fruta sigue respirando y se mantiene fresca más tiempo”. ¡Así de sencillo!
¿Cómo almacenar los plátanos para que duren más?
Además de este truco, también puedes conservarlos frescos al momento de guardarlos. Sepáralos del racimo y mantenerlos lejos de frutas que maduran rápido, como manzanas o peras, ayuda un montón. También evita apilarlos o golpearlos; la piel es sensible y cualquier presión hace que se oscurezca más rápido.

Cuando los plátanos ya estén completamente amarillos, puedes refrigerarlos para prolongar su frescura. La piel puede oscurecerse un poco en el frío, pero la pulpa seguirá dulce y lista para comer.
¿Cuáles son los beneficios de comer plátanos en su punto?
Los plátanos maduros son una bomba de energía natural. Esta noble y popular fruta a mantener los músculos activos, regulan la presión y cuidan la digestión gracias a su fibra y potasio.
Además, aportan vitaminas que favorecen el corazón y el sistema nervioso. Comerlos en su punto permite disfrutar su sabor y aprovechar todos sus nutrientes al máximo.