Cuando el moho comienza a acumularse en el techo, el problema va más allá de lo estético: no solo afea el ambiente, sino que también deteriora los materiales y puede afectar la salud de quienes habitan el lugar. La limpieza se vuelve complicada, ya que muchas veces es necesario acceder a zonas altas o difíciles, usar productos específicos y tomar precauciones para no dispersar las esporas. Sin embargo, este truco con vinagre puede ponerle fin a los problemas y devolverle la tranquilidad de tener un hogar sin riesgos.
Cómo quitar el moho de los techos y paredes: el paso a paso
Tal como indica El Mundo, limpiar el moho del techo con vinagre blanco es una solución económica y ecológica que ofrece excelentes resultados sin recurrir a productos químicos agresivos. Este método es especialmente útil en cocinas y baños, donde la humedad favorece la proliferación de hongos. Pero, ¿cómo lo puedes hacer?

- Para comenzar, llena un pulverizador con vinagre blanco sin diluir y aplícalo directamente sobre las manchas de moho en el techo. Es importante dejar que el vinagre repose durante al menos una hora para que penetre y elimine las esporas del moho.
- Una vez transcurrido el tiempo de espera, utiliza un paño limpio o una esponja para frotar suavemente el área afectada. Si las manchas persisten, puedes repetir el proceso o combinar el vinagre con bicarbonato de sodio para potenciar su efecto.
Así puedes prevenir que el moho crezca en la pared
Además de su eficacia, el vinagre blanco es una opción respetuosa con el medio ambiente y seguro para la salud, siempre que se utilice en un área bien ventilada. Para prevenir futuros brotes de moho, es recomendable rociar con vinagre blanco las zonas propensas una vez a la semana sin necesidad de enjuagar.
Otras formas de quitar la humedad en paredes
Existen otras formas de combatir el moho en las paredes del hogar. Para esto puedes considerar las siguientes recomendaciones:
- Bicarbonato de sodio: Mezclado con agua, el bicarbonato forma una pasta o solución que se puede aplicar sobre el moho. Ayuda a eliminar las manchas y también a prevenir su reaparición gracias a sus propiedades alcalinas.
- Lejía o cloro diluido: Es muy efectivo para eliminar moho en superficies no porosas, como azulejos o techos pintados. Se debe usar con precaución, en un área bien ventilada y evitando mezclarlo con otros productos químicos.
- Agua oxigenada (peróxido de hidrógeno): Es un antimicrobiano natural que elimina moho y es menos tóxico que el cloro. Se aplica directamente, se deja actuar y luego se limpia con un paño.
- Aceites esenciales: Algunos, como el aceite de árbol de té, tienen propiedades antifúngicas. Se mezclan con agua y se pulverizan sobre las zonas afectadas. Son una opción más natural, aunque suelen ser más lentos en acción que los químicos.
- Mejorar ventilación y controlar humedad: A veces el mejor remedio es la prevención. Usar deshumidificadores, ventilar correctamente y reparar filtraciones evita que el moho vuelva a aparecer.