¿Te han dicho alguna vez que al enjuagar tu pelo con agua fría vas a lograr un brillo de anuncio? Esa idea (y truco de abuelita) lleva años en el mundo de la belleza, pero cuando se la examina de cerca, las cosas no son tan simples. Varios especialistas advierten que, aunque un enjuague final con agua fresca puede sentirse agradable, no es garantía de una melena ultra brillante por arte de magia.
Así lo confirman estudios recientes y declaraciones de expertos en cosmética capilar, que señalan que el verdadero secreto está más en la salud del cabello, los productos que usas y cómo cuidas el folículo, que en bajar la temperatura del agua.
¿El agua fría realmente hace que el pelo se vea más brillante?
La teoría se basa en que el agua fría “cierra la cutícula” del pelo (esa capa externa que cuando está lisa refleja mejor la luz), y, por tanto, lo deja más brillante.
Sin embargo, una investigación realizada por el centro TRI Princeton encontró que el efecto de un enjuague con agua fría sobre el brillo es prácticamente inexistente.
De hecho, el estudio determinó que el agua tibia puede dar resultados más visibles porque remueve residuos con más eficacia.

Por su parte, un estilista profesional dijo a RedOnline, medio británico especializado en moda y belleza, que la cutícula se abre, se cierra y se vuelve a abrir según muchos factores, no únicamente por la temperatura del agua.
“Sí deja la sensación de que el cabello está más liso al principio, pero no hay datos sólidos que digan que eso dure o que impacte el brillo real”, comentó.
¿Entonces cuál es la mejor rutina para tener brillo de verdad en el pelo?
Más que obsesionarte con agua helada al final del baño, los expertos coinciden en estos pilares: usar un champú y acondicionador adecuados para tu tipo de cabello, evitar lavarlo con agua muy caliente que daña la cutícula, y aplicar tratamientos nutritivos o aceites que realmente ayuden a alisar y sellar la fibra capilar.

De acuerdo a Oneindia, una dermatóloga especializada agregó que mantener el cuero cabelludo limpio, sin acumulación de productos ni grasa, también es esencial para que el brillo se note.














