Un nuevo desahogo emocional sacudió a La Granja VIP. Fabiola Campomanes, una de las participantes más auténticas del reality, no aguantó más la presión del encierro y volvió a romper en llanto frente a sus compañeros. Cansancio, desconexión y una sensación de no pertenecer la llevaron a soltar una de las frases más duras: “¿Qué hago aquí?”.
¿Por qué Fabiola Campomanes lloró en La Granja VIP?
Rodeada de algunos de los granjeros con Kike, Teo y Sandra, y abrazada de La Bea, Fabiola confesó sentirse agotada emocionalmente. Dijo que no se sentía conectada con nadie, que le costaba encajar y que había días en los que no encontraba la fuerza para seguir. Aunque aseguró que no era un tema personal con sus compañeros, expresó que la convivencia le resultaba cada vez más pesada y el ambiente muy difícil de sobrellevar.
El aislamiento emocional se hizo evidente cuando reconoció que intenta acercarse a otros, pero sin lograr integrarse por completo. Incluso mencionó que a veces no se siente parte ni del medio artístico, lo que sumó a su sensación de extrañeza dentro del juego.
¿Quiénes ayudaron a Fabiola Campomanes durante su crisis?
Ante el momento delicado, sus compañeros no dudaron en rodearla con apoyo. Kike le habló con cariño y admiración, al destacar su fortaleza, su autenticidad y todo lo que ha aportado al grupo. La Bea le ofreció abrazos y palabras de aliento, para recordarle que no está sola y que, cuando se sienta mal, siempre puede buscarla. Sandra también compartió que ella misma había tenido un día emocionalmente difícil, validando los sentimientos de Fabiola. Teo le mostró empatía al expresar que entendía lo que sentía y Jawy le hizo ver que aunque estén en un juego y compitan unos contra otros, cuando alguno necesita ayuda emocional, todos estarán para apoyarla.
Sus compañeros enfatizaron que, aunque La Granja VIP es un juego, las emociones reales no se pueden ocultar. Y que, incluso en medio de estrategias y competencia, hay espacio para la empatía y la contención entre granjeros. Fabiola se quebró, sí, pero también encontró brazos abiertos para sostenerla.