Lo Que Callamos Las Mujeres | Capítulo | Julia: En mi vida mando yo.
La violencia contra la mujer, particularmente aquella originada por su pareja, y la violencia sexual, son hoy en día un grave problema de salud pública en México y una violación a los derechos humanos de la mujer. Esta violencia, es sumamente grave, al afectar la paz del hogar, trastocando todos los aspectos de la vida de cada miembro de la familia.
Al estar tan arraigada y normalizada en la sociedad, la violencia se reproduce debido a distintos factores, entre los que más destacan los familiares, sociales, culturales y económicos. Cuando reunimos toda esta diversidad de formas a través de las cuales la violencia se vuelve parte de la convivencia social entre los individuos, esta violencia pasa a formar parte del tejido social y se disemina en diversos espacios y entornos, uno de ellos, la familia y el hogar.
¿Cómo se origina la violencia conyugal?
Para algunos especialistas, la familia es considerada como el grupo social más violento y en el que se perpetran más casos de violencia. Es incluso, más probable que una persona sea agredida o asesinada por algún familiar o en su casa, que en otro lugar o por otra persona.
La violencia específicamente contra la mujer siempre se distingue por el abuso del poder. Este puede presentarse de diversas formas, algunas muy claras como el abuso de la fuerza física pero también de maneras más subjetivas, como las creencias y estereotipos de los roles que cada persona, hombre y mujer, deben interpretar en la familia. Por ejemplo, en algunas sociedades como la mexicana, por lo general en una relación conyugal heterosexual se han asignado los roles de proveedor al hombre y cuidadora del hogar a la mujer. De modo que, a través del recurso económico se puede intentar controlar a la mujer, considerarla inferior o incluso , frágil o débil, provocándole daño en todos los ámbitos de su vida.
No dejes de ver: ¿Vives violencia doméstica por parte de tu pareja? Aquí te ayudan.
¿Cómo prevenir la violencia en pareja?
La violencia nunca es responsabilidad de quien la recibe, sino de quien la ejerce. No obstante, existen técnicas de autocuidado que pueden ser útiles para reconocer si se vive en una relación violenta y algunas opciones que pueden aprovecharse para ponerse a salvo. Si se vive en una relación conocida actualmente como ‘tóxica’, donde predomina la violencia, evita normalizar la situación. La violencia verbal, física, psicológica, económica, patrimonial y sexual no son normales y deben ser eliminadas. Si se vive violencia de pareja, esta no se resolverá con amor o con el tiempo, por el contrario, estudios indican que este tipo de violencia tiende a agravarse. Lo primero entonces, es identificar que se está viviendo violencia por parte de la pareja.
Una vez identificado que se vive violencia, es indispensable alejarse de la persona que agrede, denunciar el abuso y pedir ayuda. Para realizarlo, es de gran utilidad tener redes de apoyo como amigos, amigas y familiares con quienes puedas apoyarte para salir de esta situación.
Descubre: Julia: En mi vida mando yo. Violencia psicológica y conyugal.