¿Por qué el cielo se pone naranja en el atardecer?

Estas son las causas de esta bella coloración del cielo por la tarde, así que disfrútalo.

Por: Alejandra González | Marktube
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Existe una gran variedad de eventos naturales que se pueden apreciar en el cielo a todas horas, como la presencia del sol, la luna, los eclipses, la formación de tormentas eléctricas, la acumulación de nubes, e incluso el atardecer. La también llamada ‘Golden Hour’ muestra una variedad de colores tenues que son perceptibles a simple vista y que crean un contraste entre el día y la noche, dejando ver el cielo de un color naranja.

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¿Por qué el cielo cambia de color?

Durante el atardecer, la coloración del cielo cambia a un tono naranja, rojo y rosa pero todo esto depende de las condiciones atmosféricas como la humedad, la presencia de nubes y la calidad del aire. Esta coloratura no proporciona información sobre las condiciones meteorológicas en futuro como la temperatura, la humedad, la presión atmosférica o la posibilidad de lluvia pero sí sobre cómo es la condición atmosférica.

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¿Por qué el cielo se pone naranja al atardecer?

El color naranja que se percibe en el cielo durante el atardecer está relacionado a una combinación de factores en los que se están envueltos la dispersión de la luz y la presencia de partículas en la atmósfera.

El primer evento tiene relación a que el sol se encuentra más cerca del horizonte por lo que la luz solar viaja a través de una capa atmosférica más densa, lo que provoca una dispersión de la luz en diferentes direcciones antes de llegar al ojo.

Esto provoca que las longitudes de onda más cortas de tono azul y violeta se dispersan más intensamente, mientras que las longitudes de onda más largas, que son de color rojo y el naranja, se mantienen intactas. Esto produce una apariencia anaranjada en el cielo.

Por otro lado, la presencia de partículas en la atmósfera como el polvo, aerosoles, humo o contaminantes, pueden afectar el color del cielo durante el atardecer. Estas partículas se dispersan y filtran selectivamente la luz, intensificando los tonos anaranjados y rojizos en el cielo. Incluso la presencia de nubosidad o de otras partículas pueden amplificar aún más este efecto visual.

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