El cielo siempre nos regala las mejores postales y seguramente has notado que desde el comienzo del 2024 los amaneceres y atardeceres en la CDMX han sido todo un espectáculo para nuestros ojos, pues las nubes y sus colores contrastantes han sido protagonistas. Esto está relacionado con un extraño fenómeno meteorológico llamado “candilazo”.
Las redes sociales se han llenado de fotografías publicadas por usuarios donde se aprecia lo mejor de los atardeceres de los primeros 11 días de este nuevo año, donde el cielo ha enamorado con su “magia” y los diversos colores que nos harían pensar son dignos de una pintura al óleo.

¿Qué es el candilazo?
Las nubes pueden mostrar una paleta de colores impresionante, desde el rosa al naranja más intenso. Este fenómeno, conocido como candilazo o arrebol, se produce cuando la luz solar se dispersa en la atmósfera.
Por la mañana y la tarde, el sol está más cerca del horizonte, por lo que su luz tiene que atravesar una capa de atmósfera más gruesa. En este proceso, la luz azul se dispersa más que la luz roja, por lo que la luz que llega a la tierra tiene un tono más rojizo.

Cuando esta luz rojiza pasa a través de las nubes, las ilumina y les da un aspecto mágico. El candilazo es un espectáculo natural que nos regala un cielo de ensueño, pues las nubes pueden parecer llamas ardientes, un océano de fuego o un jardín de flores.
Los colores pueden ser tan vivos y vibrantes que parecen irreales. El candilazo puede durar minutos u horas, creando un espectáculo visual que nunca deja de sorprender.
En este punto, las nubes también llaman mucho la atención, pues en el caso de la CDMX, la forma de estas ha sido importante para una apreciación aún más maravillosa del cielo.
El nombre que reciben es de nubes lenticulares, que son formaciones fascinantes que se hacen cuando el viento se ve obligado a ascender por una montaña. Es decir, cuando el aire se ve obligado a ascender, se enfría y se condensa, formando gotas de agua o cristales de hielo. Estas gotas o cristales se acumulan en el aire y forman nubes.
En el caso de las nubes lenticulares, el aire asciende en ondas, creando una serie de nubes estacionarias.