La formación de socavones en la Ciudad de México ha aumentado de manera notable, afectando diversas zonas sin distinción. Este fenómeno, en el que el suelo parece abrirse sin previo aviso, ha generado gran preocupación en la población.
De acuerdo con el experto Rafael López Martínez, del Instituto de Geología de la UNAM, la formación de un socavón es un proceso en el que el agua arrastra los sedimentos sueltos bajo el pavimento. Primero se lleva las partículas más finas, como el lodo, y con el tiempo, las capas superiores, hasta que el suelo pierde su soporte y colapsa.
Expertos atribuyen el fenómeno a las intensas precipitaciones y expansión urbana desordenada
La formación de socavones en la Ciudad de México ha aumentado considerablemente en diversas zonas
En las últimas semanas, se ha observado un incremento significativo de estos hundimientos.
El especialista atribuye este fenómeno a las fuertes y constantes precipitaciones que ha recibido la capital en un corto periodo. Estos volúmenes masivos de agua se mueven rápidamente bajo tierra, lo que acelera la formación de los socavones.
Un factor determinante que contribuye a la aparición de estas oquedades es la ubicación de la ciudad. Desde el inicio, la capital fue construida sobre lo que alguna vez fue un sistema de lagos, lo que ha mantenido latente el riesgo de estos hundimientos.
A esto se le suma el impacto de la actividad humana, como la expansión urbana desordenada. El crecimiento desmedido de la urbe, sin la infraestructura adecuada, agrava la situación.
La situación representa un riesgo significativo para la infraestructura y la seguridad de los ciudadanos
Hoy en día, los socavones se han vuelto una constante en la vida de los capitalinos. La pregunta, según los expertos, no es si se formarán más, sino cómo se enfrentará este problema.
La situación representa un riesgo considerable, no solo para la infraestructura de la ciudad, sino, sobre todo, para la seguridad de sus habitantes.