Acudir a un Ministerio Público (MP) en México se ha convertido en un segundo trauma para las víctimas de delitos. Lejos de encontrar justicia o protección, ciudadanos como Gilberto Segura y Adriana del Villar denuncian un sistema caracterizado por la falta de empatía, la burocracia y la corrupción, donde levantar un acta es un verdadero calvario.

De víctima a detenida: La pesadilla de Gilberto y su hija

El caso de Gilberto Segura ilustra la ineficacia del sistema. Su hija sufrió un accidente cuando su vehículo fue impactado por una ambulancia “patito”. Lejos de recibir auxilio, la joven terminó tras las rejas.

“El de la ambulancia venía bien tomado, tenía todas las botellas... y todos los que llegaron la escondieron”, relató Gilberto. En el MP, padre e hija se toparon con un muro de indiferencia. Gilberto denuncia que los funcionarios les propinaron un trato inhumano: los tuvieron esperando horas y mantuvieron a su hija incomunicada en los separos durante casi dos días.

“Al final de cuentas perdimos todo, perdimos el carro... ya no hicimos por sacarlo porque nos querían cobrar de piso...”, lamentó, señalando que la justicia parece tener precio: “Como ciudadanos nos cuesta mucho trabajo venir a levantar una denuncia porque la verdad siempre es dinero”.

La normalización de la corrupción; si das dinero, te ayudan

Para Adriana del Villar, la experiencia fue igualmente frustrante. Al intentar denunciar un problema de extorsión por parte de inspectores en el mercado donde trabaja, los propios agentes del MP le recomendaron desistir.

El argumento de la autoridad fue que ese tipo de denuncias “llevan tiempo, dinero y esfuerzo”. Adriana resume la realidad de miles de mexicanos:

“No dan ganas porque no te ayudan. Nada más si das lana, te ayudan. Si no das, ni siquiera te hacen caso...”.

La cifra negra: 93% de los delitos no se denuncian

El maltrato institucional tiene consecuencias devastadoras. Según la más reciente Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe), el 93% de los delitos en México no se denuncian.

Esta “Cifra Negra” es alimentada por la profunda desconfianza hacia el sistema. Las víctimas refieren ser tratadas como “tontas” e incluso regañadas por los ministeriales con frases insolentes como "¿quién le manda meterse ahí?”.

Al final, como señala el reporte, después de tener malas experiencias, los denunciantes deciden no volver a pararse en un MP, endureciendo el camino para encontrar justicia en el país.