Un nuevo cuerpo celeste proveniente de fuera de nuestra vecindad solar ha capturado la atención de la ciencia. El cometa 3I/ATLAS ha sido identificado como el tercer objeto conocido que se origina más allá de los límites de nuestro sistema estelar.
Los expertos lo clasifican como interestelar debido a la forma hiperbólica de su recorrido orbital, lo que indica que su camino no traza un circuito cerrado alrededor del Sol. Al rastrear su trayectoria retrospectivamente, se confirma que el cometa se acerca desde el espacio exterior a nuestro sistema.
¿Cuándo llegará a la Tierra 3I ATLAS?
Su momento de mayor cercanía a nuestra estrella está fijado para el 30 de octubre de 2025, cuando se encontrará a una distancia de alrededor de 1.4 UA, es decir, unos 210 millones de kilómetros. Este punto lo situará justo por dentro de la órbita del planeta Marte.
En este momento, astrónomos de todo el mundo se encuentran investigando las dimensiones y las características físicas de este viajero interestelar. El cometa seguirá siendo observable por los instrumentos terrestres hasta el mes de septiembre de 2025.
Posteriormente, se encontrará demasiado próximo al Sol, lo que impedirá su visualización temporalmente. Se espera que reaparezca del lado opuesto de la estrella a principios de diciembre de 2025, permitiendo que se lleven a cabo más estudios y observaciones.
El cometa 3I/ATLAS no supone ningún peligro para nuestro planeta y mantendrá una distancia segura de la Tierra. Su aproximación más cercana será de aproximadamente 1.8 unidades astronómicas (UA), lo que equivale a unos 270 millones de kilómetros.
El primer avistamiento y el rastro de su pasado
El primer reporte oficial sobre la detección del objeto 3I/ATLAS fue enviado al Centro de Planetas Menores el 1 de julio de 2025. Esta información inicial provino del telescopio de rastreo Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS), situado en Río Hurtado, Chile, una iniciativa que cuenta con el soporte económico de la NASA.
Tras el anuncio, los investigadores compilaron datos de avistamientos previos que se encontraban en los archivos de varios instrumentos de observación. Se recuperaron registros de tres unidades telescópicas ATLAS dispersas globalmente, así como de la Instalación de Fenómenos Transitorios Zwicky de Caltech, ubicada en el Observatorio Palomar del condado de San Diego, California.
Estas detecciones anteriores al descubrimiento formal se remontan hasta el 14 de junio. El telescopio de exploración ATLAS, financiado por la NASA y ubicado en Chile, fue el primero en notificar que el cometa tenía su génesis en el espacio interestelar.