A casi dos años del estallido de la guerra entre Israel y Hamás en Gaza, la situación en Medio Oriente sigue siendo crítica. La guerra ha cobrado ya casi 66 mil vidas en Gaza y más de mil en Israel, dejando un rastro de destrucción y dolor.

Benjamin Netanyahu, primer ministro israelí, mantiene una postura inflexible: “ustedes aportan un gran premio al terror y yo tengo un mensaje para ustedes. ¡Eso no va a suceder!”.

Hamás justifica sus acciones contra Israel

Por su parte, Hamás continúa justificando sus acciones, incluyendo el ataque del 7 de octubre de 2023, que desencadenó la actual escalada de violencia.

La comunidad internacional observa con preocupación. Mahmoud Abbas, líder de la Autoridad Palestina, afirma que el reconocimiento de Palestina como Estado debilitaría a Hamás. Sin embargo, las perspectivas de paz parecen lejanas.

Mientras tanto, las víctimas y sus familias claman por una solución; miles de desplazados, 250 secuestrados judíos, y comunidades enteras devastadas son el saldo de esta guerra que parece no tener fin.

La esperanza de una resolución pacífica se desvanece, especialmente considerando la compleja situación política internacional. El conflicto en Tierra Santa se ha convertido en un ‘pequeño leviatán que recién aprende a caminar’, amenazando con crecer y desestabilizar aún más la región.