La inacción de las Comisiones de Derechos Humanos en México está generando preocupación y críticas. Desde la marcha de la Generación Z el 15 de noviembre, estos organismos han brillado por su ausencia en la defensa de los derechos fundamentales.

¿Qué está pasando con la Comisión de Derechos Humanos?

Freno para esa maquinaria del estado, pero desde la marcha de la Generación Z del sábado 15 de noviembre, esos organismos destacan por su inacción.

“En esta reacción que ha tenido frente a las notorias violaciones a la libertad, a la seguridad, a la integridad física, al debido proceso, todos estos derechos humanos, la Comisión Nacional de Derechos Humanos no ha dicho nada más que quizá lo vamos a investigar”, dijo René Bolio, presidente de la Comisión Mexicana de Derechos Humanos.

Ni para dónde hacerse, porque también en la capital, la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, solo se limitó a informar en un comunicado que inició siete expedientes y una remisión, en relación con 19 personas, para documentar actos constitutivos de posibles violaciones a derechos humanos.

“Esas 19 quejas, en todo caso, si hiciera algo, estaría actuando tarde y de manera reactiva, no está actuando, está diciendo que está investigando, sin embargo, todas las personas estuvieron incomunicadas”, dijo, René Bolio, presidente de la Comisión Mexicana de Derechos Humanos.

La inactividad preocupa a los civiles

Ese mensaje de brazos cruzados ante los evidentes abusos, preocupa a las asociaciones civiles especializadas en la defensa y promoción de los derechos humanos.

“Hemos sido testigos que justamente este silencio institucional a veces genera más vulnerabilidad, para las víctimas, y también genera que las violaciones sigan impunes. La CNDH y de la Ciudad de México, tienen el deber de actuar con máxima autonomía”, dijo Ingrid, Midori, cood, Área Jurídica Propuesta Cívica A.C.

El problema, dicen los expertos, surge cuando organismos que deberían ser autónomos son presididos por personajes afines al régimen, que tal parece tienen la encomienda de defender al régimen y no al ciudadano.