INAH encuentra restos humanos en el Hospital de San Roque, Puebla

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informó que a partir del proyecto de salvamento arqueológico que se realiza en el antiguo Hospital de San Roque, en Puebla, se encontraron restos humanos en una fosa común ubicada en los patios del inmueble.

A través de un comunicado, el INAH detalló que dentro de dicho inmueble, se están realizando obras de restauración para crear el Museo de la Talavera y Arte Popular de Puebla, razón por la que se realizó el hallazgo.

Un equipo de expertos los que descubrieron nueve esqueletos humanos completos y numerosos huesos dispersos que corresponden a mujeres embarazadas, neonatos y un individuo fallecido por traumatismo craneoencefálico.

Este último, muestró un episodio violento, ya que el individuo masculino presentó dos lesiones en la región central del hueso frontal, las cuales no muestran recuperación ósea, lo que indica que el par de heridas le causaron la muerte entre los 40 y 45 años de edad.

Otros restos humanos que llamaron la atención son los de dos mujeres, cuyas costillas contenían huesos de nonatos con diversos estados de gestación, lo que “indica que hubo abortos al interior del lugar y que eran arrojados a las fosas”.

Según el INAH, el antiguo Hospital de San Roque, en Puebla, fue inspeccionado en el año 2020, donde habían encontrado la “abundancia” de restos humanos en el suelo del inmueble, razón por la que recomendaron desarrollar el salvamento arqueológico.

El INAH comentó que el antiguo Hospital de San Roque, ubicado en la capital de Puebla, tiene antecedentes constructivos que se remontan al siglo XVI y que fue fundado por miembros de la Orden de la Caridad del Mártir San Hipólito.

Detallaron que el Hospital se creó para atender a los españoles que venían al Nuevo Mundo, siendo Puebla un punto medio entre Veracruz y la capital de la Nueva España.

En cuanto a los restos humanos, los arqueólogos indicaron que estos hallazgos corresponden a esqueletos en posición anatómica, entierros secundarios y numerosos huesos dispersos ubicados en los patios del inmueble, por lo que no se puede hacer referencia a un panteón o un lugar específico para depositar los cadáveres.

Además destacaron que aunque muchos de los restos humanos son de la época virreinal, dada la presencia cercana de algunos tiestos vidriados y cerámicos, algunos no son tan antiguos y podrían corresponder al siglo XX.

Ante esto, el INAH explicó que durante las excavaciones no se encontraron ataúdes, clavos u otros indicios de que los restos humanos recibieron cristiana sepultura.

Al contrario, los restos humanos fueron hallados debajo de los pisos en patios y en cuartos, detrás de escaleras o en los arranques de columnas. Inclusive, uno de los cadáveres se localizó a dos metros de profundidad, sin indicios de que se hayan cavado fosas para su colocación.

Sin embargo, esta no es la primera vez del año en que el INAH realiza un descubrimiento parecido, pues el 5 de enero, unos arqueólogos del instituto hallaron osamentas durante reparaciones en la catedral de Colima.

Mientras que el año pasado, justo el 8 de diciembre, el INAH confirmó el hallazgo de restos de un mamut en Puebla.