Un policía que percibe entre 8 mil y 10 mil pesos mensuales es “presa fácil” del crimen organizado. Ante esta realidad, cualquier estrategia de seguridad en México será fallida. Esta es la cruda conclusión del informe “Policía desprotegida, ruta para su dignificación laboral”, elaborado por la organización México Evalúa.
El reporte desnuda las carencias de los elementos de seguridad en todo el país, pero advierte que el eslabón más débil de la estrategia nacional son las policías municipales: ahí es donde los criminales los amenazan y los reclutan con la promesa de una mejor paga.
¿Cuánto debe ganar un policía para una vida digna?
Mientras el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública estima que un policía requiere un ingreso digno de 16,688 pesos netos mensuales, la realidad es completamente distinta.
En estados como Tabasco, ganan cerca de 9,000 pesos. La situación es peor en Guerrero, Michoacán y Oaxaca, identificados como los tres estados que menos pagan a sus policías, con sueldos que apenas alcanzan los 8,000 a 10,000 pesos.
Policías en México trabajan por 8 mil pesos y a merced del crimen organizado
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) November 13, 2025
Un informe de México Evalúa expone la precaria situación de los policías en México, quienes, al ganar apenas entre 8 mil y 10 mil pesos mensuales, se convierten en el eslabón más débil y en presa fácil… pic.twitter.com/oS0seWhXRB
Las cifras de la carencia en México
El informe de México Evalúa revela que los bajos salarios son solo el inicio. La mayoría de las policías municipales operan con equipo en mal estado, horarios extenuantes y carecen de lo más elemental:
- Solo el 51% tiene seguro de vida.
- El 24% de los policías no recibe aguinaldo.
- Al 45% no le dan uniformes.
- Solo el 33% tiene una prima vacacional.
A esto se suman turnos de 24 horas y horas extras sin paga, lo que impide que los elementos puedan construir un patrimonio o tener acceso a fondos de ahorro y créditos de vivienda.
La consecuencia: El “semillero” del crimen organizado
Esta precariedad laboral tiene una consecuencia directa y fatal para la seguridad del país: las policías municipales se convierten en el “semillero” de los grupos criminales.
“La mayoría de las policías municipales en estados como Michoacán, por ejemplo, son fuentes de información de las organizaciones criminales, debido a que se les paga mal y además tienen amenazas contra su vida si no cooperan”.
Así, los elementos encargados de proteger a la ciudadanía terminan, por necesidad o por miedo, trabajando para quienes deberían combatir.












