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¡No es la basura! La cadena de errores que condena a la CDMX a inundaciones

Cada temporada de lluvias parece peor que la anterior, pero ¿cuáles son las razones por las que en la CDMX hay inundaciones cada vez más grandes?

¿Por qué hay inundaciones en la CDMX? Los errores que condenan a la capital a estar bajo el agua
¿Por qué hay inundaciones en la CDMX? Los errores que condenan a la capital a estar bajo el agua|Especial
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Cada temporada de lluvias en la Ciudad de México (CDMX) parece ser peor que la anterior, las imágenes de calles convertidas en ríos y viviendas bajo el agua se repiten año con año, y aunque muchos atribuyen la responsabilidad únicamente a las tormentas o al hábito ciudadano de arrojar basura en la calle, la realidad de las inundaciones es mucho más compleja.

La historia geográfica de la CDMX

La capital del país se inunda no solo por fenómenos naturales, sino también por una larga cadena de malas decisiones urbanísticas y ambientales.

La historia geográfica de la ciudad explica gran parte del problema, ya que fue edificada en la parte más baja de un área cerrada, una especie de “olla” donde toda el agua que cae en las montañas desciende por gravedad y se acumula en las zonas planas.

Desde el siglo XVI se intentaron distintas soluciones: primero, canales, luego presas, y finalmente, en 1975, el Sistema de Drenaje Profundo, que aún hoy ayuda a evitar inundaciones catastróficas.

Sin embargo, estas obras se complementaban con humedales que funcionaban como vasos reguladores naturales, espacios capaces de retener grandes volúmenes de agua. El error fue secarlos y sustituirlos por desarrollos urbanos.

El crecimiento desmedido de la mancha urbana ha reducido drásticamente la capacidad de la ciudad para absorber y canalizar la lluvia.

Presas que en algún momento estaban diseñadas para contener agua, hoy lucen azolvadas, llenas de basura y con escaso mantenimiento.

Ríos como el Becerra, que antes conducían el agua a cielo abierto, fueron entubados o convertidos en canales insalubres que hoy son focos de infección.

¿Qué son los hundimientos diferenciales?

A esto se suma otro fenómeno alarmante: los hundimientos diferenciales. El suelo de la capital se ha hundido varios metros en el último siglo, lo que genera contrapendientes que impiden el flujo natural del agua.

Incluso el propio drenaje profundo, al que no se le ha dado mantenimiento adecuado desde su inauguración, comienza a ser rebasado.

En suma, la Ciudad de México no se inunda únicamente por las lluvias intensas. El verdadero problema radica en la falta de prevención, en el abandono de la infraestructura hidráulica y en la pérdida de sus reguladores naturales. Cada tormenta solo hace más evidente una crisis que se ha gestado por décadas.

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