Donald Trump, presidente de Estados Unidos en 2025, anunció este martes un pacto comercial sin precedentes con Japón, que incluye una inversión de 550,000 millones de dólares en territorio estadounidense, así como beneficios estratégicos para ambas economías.
En una publicación en Truth Social, Trump detalló que como parte del trato, Estados Unidos recibirá el 90% de las ganancias generadas por esta inversión, y además, se estima que se crearán cientos de miles de empleos como resultado directo del acuerdo.
Aranceles y acceso mutuo a mercados
Como parte del acuerdo, Estados Unidos impondrá un arancel del 15% a productos importados desde Japón. Hasta ahora, se aplicaba un 10%, pero existía la posibilidad de aumentarlo hasta 25% a partir del 1 de agosto si no se alcanzaba un acuerdo bilateral.
Por su parte, Japón se compromete a abrir su mercado a automóviles, camiones y productos agrícolas de origen estadounidense, como el arroz. Además, el país asiático igualará la tasa arancelaria con un gravamen recíproco del 15%.
Aunque Trump no especificó si habrá cambios para las importaciones de autos y autopartes japonesas, actualmente esos productos están sujetos a un arancel global del 25% en Estados Unidos.
¿En qué consiste el acuerdo entre Estados Unidos y Japón?
Entre enero y mayo de 2025, el déficit comercial de Estados Unidos con Japón fue de 29,291 millones de dólares, resultado de exportaciones por 33,662 millones e importaciones por 62,958 millones.
Los principales productos que Estados Unidos exporta a Japón incluyen gas natural, maíz, computadoras, medicamentos, aparatos médicos y vacunas. A su vez, Japón vende principalmente autos, autopartes, maquinaria para construcción pesada y tecnología para semiconductores.
En ese mismo periodo, Japón se ubicó como el quinto socio comercial más importante para Estados Unidos, superado por México, Canadá, China y Alemania. Su participación representó el 4% del comercio total de bienes hacia y desde el mercado estadounidense.
Impacto económico y geopolítico
Con este nuevo acuerdo, la administración Trump fortalece su política de reindustrialización y generación de empleo en territorio nacional, mientras busca mantener relaciones sólidas con sus aliados clave en Asia.
La inversión nipona, la apertura de mercados y el control de aranceles podrían modificar el mapa comercial global en los próximos años, consolidando a Estados Unidos como un destino atractivo para capital extranjero.