“No el lujo barato, la ropa de marca, las alhajas, la troca, eso es efímero”, dijo Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, el 27 de enero de 2019. A la hora de hacer campaña, muchos políticos se presentan como austeros, censuran los lujos y hasta romantizan la pobreza. Sin embargo, en su vida privada, ni siquiera sus propios hijos siguen ese discurso. De ahí que se les conozca como nepo babies.
¿Austeridad simulada en la 4T? Viajes de lujo y zonas de confort para vivir
El ejemplo más claro es el de Andy, hijo de López Obrador, quien cuando no está de viaje en destinos de lujo, compra obras de arte con un valor de hasta medio millón de pesos. Las hijas de la familia Alcalde, Luisa y Bertha, también dejaron de lado la austeridad al construir un condominio en la gentrificada colonia Roma Sur.
A Luisa se le olvida este tema cuando da sus conferencias, a pesar de que como figura pública y ahora presidenta nacional de Morena, ha hablado sobre el futuro político del país.
"¿Si no existiera Morena, en manos de quién dejamos al país? ¿Del PRIAN, Movimiento Ciudadano? ¿Qué esperarían las generaciones actuales y futuras con esos gobernantes que llegarían a ser beneficio propio, a repartirse el país? Entonces no”, declaró.
Adán Augusto y un viaje a París
Los herederos de Adán Augusto López tampoco parecen seguir la línea de la austeridad. Mientras él afirma que no ha viajado a París recientemente, admitió que hace unos meses fue a visitar a su hijo que estudia allá.
“Yo no he viajado a París desde hace tres o cuatro meses, que acudí a visitar a mi hijo que estudia por allá”, dijo. Su hijo, Adán Payambé López, trabajó en el Poder Judicial de Tabasco, donde ganaba 25 mil pesos mensuales, un sueldo por encima del promedio en esa región.
Hija de Ricardo Monreal y su asistencia al evento más importante de moda
Otras figuras políticas también tienen herederas que no renuncian al glamour. María Monreal, hija de Ricardo Monreal, asistió al Fashion Week de París, el evento más importante de la moda a nivel mundial, y pagó un hospedaje de 22 mil pesos por noche.
Jimena García, por su parte, cuenta con un lujoso estudio de arte valuado en 57 millones de pesos dentro de la casa de su madre, María Elena Álvarez-Buylla, quien ha sido señalada por desviar exactamente esa misma cantidad cuando dirigió el Conacyt.
Todos ellos forman parte de los llamados nepo beibis, herederos de una casta política que promueve austeridad para todos, menos para ellos.