Virginia estuvo 25 años en unión libre con Abraham y hoy enfrenta una realidad que la rebasa: sus hijos Enrique y Julián no estudian ni trabajan y viven a costa de ella. La mujer asegura que, además de mantenerlos, tiene que soportar sus reclamos y faltas de respeto. Su hartazgo creció cuando descubrió que sus hijos rentan una habitación de la casa “como si fuera hotel de paso”.