El Metro de la Ciudad de México resguarda la estatua de una leyenda del rock mexicano de la que poco se habla, pero que pasó a la historia no sólo por sus emblemáticas canciones, sino también por lo trágica que fue su muerte. Dicho musico es conocido como ‘el poeta del nopal’ y es padre de una de las cantantes con mayor influencia en la industria musical a nivel nacional: Amanda Lalena Escalante Pimentel, mejor conocida como Amandititita.
Además de temas como ‘Distante Instante’, ‘No Tengo Tiempo’ y ‘Rancho Electrónico’, Rodrigo González fue el creador de la icónica canción ‘Metro Balderas’, la cual ha sido covereada por El Tri de Alex Lora y por la que fue homenajeado por el Sistema de Transporte Colectivo de la CDMX, entidad que lo cobijó tras abandonar su natal Tampico para consagrarse como una leyenda del rock nacional.
La obra estuvo a cargo del escultor jalisciense Alfredo López Casanova y fue develada en septiembre de 2011 en un evento al que acudieron fans, amigos y familiares de Rockdrigo, como es recordado, incluida Amandititita.
¿Dónde y cuándo fue la última presentación de Rockdrigo González?
El 15 de septiembre de 1985 fue la última vez que ‘el poeta del nopal’ se presentó en vivo luego de que el diario La Jornada lo invitó para amenizar su fiesta de aniversario. Cuatro días después, el cantante dejó el plano terrenal al convertirse en una de las víctimas mortales del terremoto de 8.1 grados en la escala de Richter que se registró aquel año.
El músico se encontraba en su departamento, ubicado en la calle de Bruselas, de la colonia Juárez, junto a su pareja, Françoise Bardinet, una francesa que se dedicada a la docencia.
El legado de Rodrigo González sigue escuchándose en pleno 2025, pues cuenta con más de 53 mil reproducciones mensuales en Spotify, siendo ‘No tengo tiempo’ el tema con mayores escuchas al registrar 2 millones 371 mil reproducciones, mientras que ‘Metro Balderas’ ha contabilizado 1 millón 736 mil reproducciones.
En su libro ‘Un día contaré esta historia’, Amandititita narró que su llegada a la CDMX desde Tampico se dio 3 meses después de la muerte de su padre. Al pisar la capital, la cantante y su madre se dirigieron a la colonia Juárez, en donde se encontraba el edificio que habitaba Rockdrigo González: “De un momento a otro, su casa se volvió su tumba. ¿Cómo confiar en la materia? ¿Cómo dormir sabiendo que en cualquier instante todo puede hacerse añicos? Esa imagen pulverizó mi infancia. Recuerdo con nitidez las figuras que delineaban los escombros, el dolor por la muerte de mi padre y sus vecinos dormidos sobre las ruinas”, se lee en la obra a la que el diario El País tuvo acceso antes de su publicación el pasado mes de mayo.