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Identifican y caracterizan investigadores de la UNAM siete volcanes activos en la luna de Júpiter Ío

Un equipo internacional, incluyendo un destacado investigador de la UNAM, ha revelado la erupción de siete volcanes en Ío, luna de Júpiter.

Descubren siete volcanes activos en Ío, la luna de Júpiter, gracias a tecnología avanzada.
Investigadores mexicanos destacan en el descubrimiento de volcanes en la luna Ío de Júpiter mediante tecnología avanzada.|NASA
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Un equipo internacional de científicos, con la destacada participación de un investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha logrado identificar y detallar la existencia de siete volcanes en erupción en la superficie de la luna de Júpiter, Ío.

El hallazgo, que constituye un avance significativo en la astronomía, fue posible gracias a una colaboración con instituciones de Estados Unidos, Suecia, Alemania e Italia, y al empleo de una tecnología de vanguardia.

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Ío, el tercer satélite más grande de Júpiter, con un diámetro de aproximadamente 3,600 kilómetros, presenta una actividad geológica intensa, principalmente debido a la influencia gravitacional de su planeta.

Para observar su dinámica en detalle, los investigadores recurrieron al Telescopio Espacial James Webb (JWST) y a un método de medición sin precedentes denominado “interferometría con enmascaramiento de apertura”. Esta técnica resultó esencial, ya que la superficie de la luna se transforma constantemente, requiriendo herramientas de muy alta resolución para ser comprendida.

El uso de IA permite reconstruir imágenes complejas y mejora la precisión de las observaciones

Para procesar los datos, el equipo recurrió a la inteligencia artificial, empleando redes neuronales que se entrenaron para reconocer y recuperar la estructura de las imágenes a través de un proceso conocido como “deconvolución”. Este enfoque innovador fue desarrollado por los propios investigadores, ya que los métodos tradicionales de reconstrucción de imágenes no eran viables debido al tamaño de Ío en relación con el campo de visión del instrumento.

La combinación de las observaciones reales y las técnicas de simulación y análisis avanzado permitió a los científicos identificar claramente los siete puntos volcánicos, sus erupciones y otras formaciones, como posibles depósitos de dióxido de azufre. La fiabilidad de los resultados se confirmó al coincidir con observaciones previas de telescopios terrestres de ocho metros.

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