Para una madre y su hijo de 11 años, diagnosticado con un grave padecimiento oncológico en el centro de salud pediátrico federal, la obtención de una orden de protección judicial se convirtió en la tabla de salvación. Este instituto, dependiente de la Secretaría de Salud, ya encaraba una seria insuficiencia de suministros terapéuticos desde el año 2019.

El amparo legal se convierte en salvación para niños con cáncer ante la falta de tratamientos

El recurso legal se transformó en el principal aliado para los padres de infantes con tumores malignos que recibían cuidados en dicho nosocomio. Elizabeth, la madre, relató la gran presión que ejercían al intentar hacer valer esta orden.

Mencionó que eran recibidos con miradas de desaprobación y que el expediente de su pequeño, Gabriel, era enviado constantemente al departamento jurídico del centro. Esta resistencia se explica por la particularidad del mandato judicial: su incumplimiento conlleva una pena privativa de libertad.

Propuestas de enmienda a la Ley de Amparo ponen en riesgo la defensa de pacientes oncológicos

Esta característica coercitiva fue lo que convirtió al instrumento constitucional en una genuina esperanza para cientos de familias. Gracias a él, muchos padres, al igual que Elizabeth, superaron la intimidación del personal y lograron que sus descendientes recibieran a tiempo sus terapias.

Gabriel, por ejemplo, ya culminó su tratamiento, un hito que su madre describe como el inicio de una nueva etapa de vida mientras él se adentra en la adolescencia. Esta experiencia demuestra que el recurso judicial es un medio de probada eficacia para resguardar la vida.

Hoy, esta vital herramienta jurídica está en riesgo. Diversas agrupaciones de pacientes y expertos en derecho han manifestado un enérgico rechazo a las recientes propuestas de enmienda a la Ley de Amparo. Dichas modificaciones, si son aprobadas, dejarían a personas con enfermedades graves en una situación de indefensión total ante la prolongada carencia de tratamientos oncológicos.

La movilización ciudadana es clave para proteger el acceso a tratamientos oncológicos en México

Los colectivos ciudadanos enfatizan la necesidad de organizarse y oponerse activamente a que esta reforma avance. Subrayan que las neoplasias no distinguen edad y que la escasez de fármacos específicos para tumores persiste. Por ello, la única línea de defensa real y constante para los pacientes es la ciudadanía activa y organizada.

La sociedad civil se erige, una vez más, como el último baluarte para asegurar que los pacientes oncológicos sigan contando con un medio eficaz para defender su derecho a la salud.