Su vocación es salvar vidas, pero hoy lucha por la suya de una manera que nunca imaginó. Ingrid Ramírez, una joven paramédico de 21 años, es una de las sobrevivientes de la terrible explosión de una pipa en la autopista México-Puebla el pasado 16 de febrero. Perdió una pierna, tres dedos y sufrió graves quemaduras, pero su calvario apenas comenzaba.
En una valiente entrevista para Hechos AM, Ingrid denunció el abandono, la negligencia y las aterradoras amenazas que ha recibido de su propio jefe desde el accidente, en un intento por silenciar su búsqueda de justicia.
El día que todo cambió: Sobrevivir al infierno de la México-Puebla
La mañana del 16 de febrero, Ingrid y su operador se dirigían a Tláhuac para un traslado. En el kilómetro 53 de la México-Puebla, una pipa volcó, invadió su carril y provocó una explosión masiva que dejó un saldo de seis muertos. Ingrid fue arrojada por la onda expansiva mientras su operador y un Capitán de la Marina quedaban atrapados en las llamas.
Tras cinco meses de una dolorosa recuperación, donde sanó gracias al apoyo del enfermero particular Luis Oriano, Ingrid se enfrentó a una segunda tragedia: la indiferencia y crueldad de su empleador.
¡Increíble pero cierto! Ingrid Ramírez, paramédico de 21 años, sobrevivió a la explosión en la México-Puebla que dejó 6 muertos y 3 heridos.
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) October 9, 2025
Perdió una pierna y tres dedos, pero lo peor: denuncia amenazas y total falta de apoyo en su recuperación.
¿Dónde está la justicia y el… pic.twitter.com/sTwe78APB7
La segunda tragedia de Ingrid, la paramédico víctima de explosión
Ingrid reveló que durante todo el tiempo que trabajó, nunca contó con seguro social ni prestaciones de ley. Su jefe, identificado como “Farid”, la dio de alta en el IMSS cuatro días después del accidente. Tras dos meses en el Hospital Regional de Alta Especialidad de Zumpango, la cuenta ascendió a medio millón de pesos.
La respuesta de su patrón fue tajante: “Mencionó que no tenía una cartera infinita y que no pagaría el hospital, deslindándose completamente”, relató Ingrid.
Peor aún, un abogado le insistió en aceptar una “indemnización” que consistía en su sueldo y compartir una ambulancia con la viuda de su operador fallecido, propuesta que la familia rechazó por considerarla una burla.
Cuando Ingrid decidió buscar una conciliación formal, la situación escaló a un nivel aterrador. El pasado 23 de septiembre, recibió una amenaza directa de su jefe.
“Me mencionó que si me presentaba a la conciliación del 1 de octubre, iba a atentar contra mi hijo y contra mí". Esta amenaza fue la gota que derramó el vaso y la obligó a iniciar una carpeta de investigación que, asegura, ha quedado “olvidada o impune”.

Ingrid exige justicia tras ser víctima del accidente en la México-Puebla
A más de siete meses de la tragedia, Ingrid se siente abandonada. CAPUFE le negó el seguro de viajero argumentando responsabilidad patronal, y nadie ha reclamado la pipa que causó el accidente. “Me encuentro en el olvido, ningún medio de comunicación se ha acercado”, lamentó.
Ahora, Ingrid pide presión social para que su caso, el de su compañero fallecido y el de todas las víctimas, no quede impune. Su lucha ya no es solo por sanar sus heridas, sino por obtener la justicia que su propio jefe le ha negado con amenazas.