Pantallas en plazas, porras en redes y hasta día libre. Así celebró la gobernadora Layda Sansores el triunfo de los Piratas de Campeche en el béisbol, un festejo que encendió el ánimo entre los campechanos. Sin embargo, mientras el ambiente era de fiesta, el Congreso local, dominado por Morena, aprobó una reforma que desató polémica: el gobierno podrá expropiar propiedades con más facilidad y los ciudadanos solo tendrán cinco días para defenderse.
La nueva reforma de expropiación
La modificación a la Ley de Expropiación de Campeche autoriza al gobierno a ocupar bienes privados que considere de utilidad pública. Esto generó preocupación entre habitantes, quienes temen perder el patrimonio que construyeron con años de trabajo.
“Con tanto sacrificio que uno tiene su casita, humildemente venga alguien a decirnos que ya no somos dueños, no estoy de acuerdo”, expresó Karina Villarino, vecina del estado. Líderes de oposición advierten que esta reforma abre la puerta a decisiones arbitrarias. Ricardo Medina Farfán, dirigente del PRI en Campeche, alertó que los ciudadanos podrían perder sus propiedades sin previo aviso y sin posibilidad real de defensa.
Reacciones de la oposición
Para José Inurreta Borges, vocero del PAN en el estado, la medida refleja un retroceso en derechos: “No somos Venezuela, pero en este país se está acabando la tolerancia y el respeto. Si no existiera democracia, la izquierda no habría llegado al poder”. Ambos partidos opositores coincidieron en que esta reforma fortalece el control del gobierno estatal sobre los ciudadanos y vulnera la seguridad jurídica en Campeche.
Riesgo de replicarse en México
La polémica reforma de Layda Sansores no solo preocupa a los campechanos. Analistas advierten que medidas similares podrían extenderse a otros estados si no hay oposición ciudadana. La propiedad privada, considerada uno de los pilares del esfuerzo familiar, podría verse amenazada a nivel nacional.